Washington/Pekín - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que estaba tomando medidas para autorizar nuevos aranceles a importaciones chinas por u$s325.000 millones, mientras negociadores de ambos países se preparaban para conversaciones de última hora que buscan evitar una escalada de una guerra comercial que amenaza a la economía mundial.
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Trump muestra artillería a China en tiempo de descuento
Advierten que hay un gran abismo y poco plazo para llegar a un acuerdo. Mientras funcionarios negocian, el presidente de EE.UU. inicia "papeleo" para gravar al resto de productos chinos.
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El aumento de la animosidad entre Washington y Pekín y el poco tiempo parecían dificultar el rescate de un principio de acuerdo, antes de que se active otra ronda de aranceles. La oficina del Representante de Comercio de EE.UU. dijo que aranceles a productos chinos por u$s200.000 millones subirán del 10% al 25% hoy. Además, Trump dijo ayer que estaba “comenzando... el papeleo” para imponer un arancel del 25% a los u$s325.000 millones en productos chinos que no han sido todavía afectados por la guerra comercial. Se espera que China tome represalias, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, lo que en la práctica impone gravámenes a todo el comercio entre las dos economías más grandes del mundo.
Los productos de consumo como los teléfonos celulares, computadoras, ropa y juguetes serían especialmente afectados.
Trump, que ha adoptado políticas proteccionistas como parte de su agenda “Primero Estados Unidos”, que busca reformar el comercio mundial e impulsar la industria estadounidense, acusó a Pekín de renegar de compromisos ya asumidos. “Estábamos muy cerca de un acuerdo y luego comenzaron a renegociar el acuerdo. No podemos aceptar eso. No podemos aceptar eso”, dijo Trump en un evento en la Casa Blanca. El viceprimer ministro chino, Liu He, inició ayer dos días de conversaciones en Washington con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Antes, Pekín pidió a Estados Unidos buscar un punto medio para salvar un acuerdo que podría poner fin a la guerra comercial. “La parte estadounidense ha colocado muchas etiquetas últimamente: ‘marcha atrás’, ‘traición’, etc (...) China apuesta mucho por la confianza y mantiene sus promesas, y eso no ha cambiado nunca”, dijo el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng. Una fuente estadounidense dijo que había tres escenarios posibles, el peor de los cuales sería una “ruptura ordenada” en que las partes acuerdan suspender las negociaciones. El mejor escenario sería si China retira su demanda de cambios importantes en los textos propuestos, para que las dos partes puedan centrarse en los puntos conflictivos restantes y llegar a un acuerdo para la cumbre del G-20 en Japón a fines de junio.
Un escenario a medio camino serían algunas concesiones de China y que se necesite más tiempo para llegar a un acuerdo, por lo que las conversaciones continuarían con los nuevos aranceles estadounidenses y las posibles represalias de China vigentes, dijo la fuente.
Agencia Reuters
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