13 de marzo 2008 - 00:00

Pastor evangelista rescata almas de Macri y López Murphy

Mauricio Macri se sentó junto al pastor Palau, pero sólo tuvotiempo de comer la entrada de salmón. Se fue cuando servíanel plato principal.
Mauricio Macri se sentó junto al pastor Palau, pero sólo tuvo tiempo de comer la entrada de salmón. Se fue cuando servían el plato principal.
«¡Los ricos también tienen alma!» La esperanzadora frase del pastor evangelista Luis Palau alivió a los más de mil comensales entre empresarios y políticos que pagaron 150 pesos para presenciar su discurso la noche del martes en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Invitados de lujo, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, se sentaron en mesas separadas y ni siquiera se saludaron. Apenas intercambiaron miradas amistosas notoriamente forzadas.

Macri tuvo un paso fugaz por la cena de Palau, apenas alcanzó a probar la entrada de salmón, pero no tuvo tiempo para saborear el medallón de lomo con verduras. El pastor le agradeció su presencia al jefe de PRO, pero también le propinó un reproche: «¡Con razón traen esa cara los políticos, ni tiempo de cenar tienen. En Washington los dirigentes tienen hasta tres cenas por noche ¡qué terrible!». Risas, incluida la de López Murphy, de toda la mesa principal integrada por los diputados macristas Federico Pinedo, Paula Bertol, Cynthia Hotton -encargada de reunir al dream team de PRO-, el legislador porteño Oscar Moscariello y el director general de Cultos de la Capital Federal, Federico Suárez. En mesa apartada se ubicó el diputado de Unión PRO, Francisco de Narváez, quien se entregó a las caricias de su esposa, Agustina Ayllón, y se dedicó a disfrutar la imitación de Andrea Bocelli que improvisó un tenor desde el escenario. Desde las sombras, el kirchnerismo también estuvo presente a través del subsecretario de Culto de la Nación, Juan Landaburu, y del legislador porteño del Frente para la Victoria, Cristian Gramajo. «¿Cómo puedo ayudar yo a los pobres si soy pobre. Ahí comprendemos que es una prioridad triunfar en los negocios. ¡Animo! ¡El poder nos puede arruinar, pero es un negocio interesante!», aleccionaba Palau a su selecto auditorio. Entre el empresariado, Julio Ducdoc ( Cadena de Hoteles Rochester, esposo de la diputada Hotton), Guillermo y Roberto Murchinson (Puertos, Transporte Marítimo), Rafael Pedace (TodoMúsica), Luis Quinelli (Sion, proveedores de Internet), Carlos Rodríguez (Construcciones) y la dueña de la marca de ropa femenina Awada fueron los más interesados en aliviar la carga espiritual que representa en este país ser exitoso en los negocios.

El 9 de River Plate y de la selección colombiana de fútbol, Radamel Falcao, fue el encargado de relatar los beneficios deportivos de tener una línea directacon el Todopoderoso. Y además, el más fotografiado y el que más autógrafos firmó siempre con una sonrisa. Sólo pareció molesto cuando Palau le rezongó: «¡Qué lástima que seas de River!».

El poder de los evangelistas es aplastante en estas latitudes: sólo en Brasil tiene un bloque propio en el Parlamento, además de medios de comunicación que usan para seguir ganando no, y fieles, sobre la Iglesia Católica. En la Argentina, según estudios del Conicet, siete de cada diez credos admitidos son evangélicos. Y su crecimiento es vertiginoso: suman unos 4 millones de fieles y 2.650 entidades inscriptas en el Registro de Cultos. La fórmula es sencilla e irresistible: proponen una relacióndirecta con Dios, sin intermediarios, sotanas ni tabúes sexuales.

Palau, nacido en 1934 en Ingeniero Maschwitz, provincia de Buenos Aires, reside en Estados Unidos y le brindó auxilio espiritual a figuras como Bill Clinton además de haber publicado más de 20 libros que se editaron en España, China y la India. El sábado realizará en el Obelisco el Festival «Sí a la Vida» con espectáculos a cargo del bailarín Maximiliano Guerra, el cantante puertorriqueño Vico C, Amelita Baltar y Los Náufragos. Sólo le falta entrevistarse con Cristina de Kirchner, pero la Presidente todavía no respondió a su pedido de audiencia.

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