17 de enero 2018 - 23:11

CGT: sin colectiveros, pierde fuerza cumbre opositora al Gobierno

• FOTO EL JUEVES DE MOYANO, PALAZZO Y EL GASTRONÓMICO EN MAR DEL PLATA
El asado de cada enero organizado por Luis Barrionuevo apuesta este año a constituirse como un acto contra la administración de Mauricio Macri.

Tironeado. Luis Barrionuevo no podrá contar con Roberto Fernández en su tradicional asado veraniego, que en cambio tendrá como luminaria a Hugo Moyano. El gastronómico rema presencias para hostigar al Gobierno.
Tironeado. Luis Barrionuevo no podrá contar con Roberto Fernández en su tradicional asado veraniego, que en cambio tendrá como luminaria a Hugo Moyano. El gastronómico rema presencias para hostigar al Gobierno.
La cumbre de sindicatos opositores que organiza Luis Barrionuevo para mañana en Mar del Plata, con Hugo Moyano y Sergio Palazzo, no contará con la participación del gremio de colectiveros (UTA), pieza clave para esos dirigentes en el armado de una posible renovación de la CGT bajo un mandato crítico del Gobierno. La ausencia del principal gremio del transporte público de pasajeros, desertor además del último paro nacional convocado por la central a mediados de diciembre, se suma a dirigentes de otros sectores de la central que ya anticiparon que no irán para eludir la asociación con un acto sindical hostil hacia la administración de Mauricio Macri.

El faltazo de la Unión Tranviarios Automotor, que conduce Roberto Fernández, terminó de resolverse ayer durante una reunión entre los principales referentes de la Confederación de sindicatos del transporte (CATT), de la que participaron su líder formal, el portuario Juan Carlos Schmid también miembro del triunvirato de la CGT-, y el ferroviario (maquinistas, La Fraternidad) Omar Maturano. Si bien Schmid es una presencia esperable para la cumbre del jueves, la de Maturano estaba hasta anoche en duda. El ferroviario es el candidato de la CATT, así como de Moyano y Barrionuevo, para encabezar una nueva jefatura unipersonal de la CGT.

El almuerzo, convocado para las 12 en el hotel Presidente Perón del gremio gastronómico, en Mar del Plata, es un acontecimiento central de la agenda anual del sindicalismo peronista. Para este año, la relativamente novedosa- postura opositora de Barrionuevo respecto del Gobierno hizo del convite un acto orientado a contabilizar dirigentes dispuestos a blanquear una actitud confrontativa. Entre las razones para hacerlo, la principal es la secuencia de detenciones de dirigentes gremiales e investigaciones judiciales y mediante órganos gubernamentales de otros sindicalistas, incluso el propio Moyano y el portero Víctor Santa María.

Casi como adorno de aquel motivo suman también las objeciones gremiales al proyecto oficial de reforma laboral, que encabezan Pablo Moyano, el hijo mayor de Hugo y su lugarteniente en Camioneros, y el bancario Palazzo, y que dirigentes como Barrionuevo utilizan para dar más volumen a su grupo de adherentes en la pelea por la sucesión en la CGT.

Del otro lado, entre los previsibles ausentes quedarán los "gordos" de los grandes gremios de servicios, los "independientes" asociados al oficialismo, las 62 Organizaciones, el sello más afín al Ejecutivo, y otros grupos internos no resueltos a rivalizar con Macri. Esos sectores, que preveían armar su propia cumbre mañana mismo, pasaron la convocatoria para la semana que viene a la espera de contar con más dirigentes. Entre los gremialistas más dialoguistas discuten su propio esquema de renovación de la jefatura de CGT -proyectada para algún momento entre marzo y mayo- con dos nombres que suenan fuerte como candidatos: Héctor Daer, actual triunviro y parte de los "gordos", y el también ferroviario Sergio Sasia, ponderado para una posible renovación de nombres.

En tanto que el encuentro de ayer de los tres referentes de la CATT tuvo otro propósito: sanar las fisuras internas que ocasionó la defección de UTA en el último paro nacional dispuesto por la CGT entre el mediodía del 18 de diciembre y la misma hora del día siguiente. Mario Caligari, segundo de Roberto Fernández, le hizo saber en persona a Schmid que el gremio no estaba de acuerdo con una medida de fuerza que tenía como principal objeto de protesta una reforma laboral que la propia CGT había negociado.

Otra razón, que no hizo falta sumar a la charla, es la promesa que le había hecho el Ejecutivo a la UTA de eximir el pago de Ganancias en los sueldos de los choferes. Ese compromiso, todavía no cristalizado, también pudo estar entre las razones que incidieron para que Fernández se excusara de ir a Mar del Plata con Barrionuevo.

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