La derrota de la Unión Cívica Radical (UCR) en Córdoba en las elecciones legislativas de octubre, en las que obtuvo el 3,2% de los votos, caló hondo en la vida partidaria interna, por lo que un grupo de dirigentes, entre los que hay intendentes, profundizaron sus críticas a la conducción que encabeza el jefe municipal Marcos Ferrer y contra el diputado saliente Rodrigo de Loredo, que representan a la línea interna Generación X. Los rebeldes van por la presidencia del Foro de Intendentes Radicales, que el próximo 11 de diciembre renueva a sus autoridades.
Córdoba: intendentes radicales enfrentan a Rodrigo de Loredo y van por un organismo clave
Un nutrido grupo de dirigentes se reunió en Mina Clavero, en donde se cuestionó al presidente del partido, Marcos Ferrer. Denunciaron al diputado nacional saliente por inconducta partidaria y pidieron su expulsión.
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Mina Clavero fue sede de un encuentro de radicales que criticaron a la actual conducción partidaria de Córdoba.
Las declaraciones de hace unos días de De Loredo de anunciar que irá por la candidatura a la gobernación de La Docta dentro de dos años, encendió el malestar de un sector interno del partido centenario y se hizo especial énfasis en la admisión del propio diputado nacional de no haber votado al candidato radical en octubre.
La falta de disciplina partidaria más otras críticas que alcanzaron también a Ferrer se escucharon el pasado fin de semana en la ciudad de Mina Clavero, en donde hubo un encuentro de radicales -con y sin cargo- de Traslasierra, Córdoba capital y de otros departamentos.
El anfitrión fue el intendente boina blanca Luis Quiroga, que antes de los comicios ya había criticado a la conducción en una carta pública. Allí reclamó que la UCR debía volver al "abstencionismo como herramienta política y de identidad en la Argentina de Javier Milei". Acusó a "un pequeño grupo de dirigentes capitalinos" de colonizar el partido "con lógica de rosca, acuerdos de espaldas a la militancia y mezquindades electorales".
"La institucionalidad de nuestro partido, especialmente en Córdoba, se encuentra degradada, no solo por quienes ocupan su conducción, sino también por aquellos que, obsesionados con sus ambiciones personales, anteponen sus intereses individuales”, cerró. Sin dar nombres, quedó en claro que el blanco de sus palabras fueron Ferrer y De Loredo.
"No hay futuro sin memoria, pero tampoco hay futuro si nos quedamos anclados en el pasado", "el radicalismo fue y debe volver a ser una fuerza de transformación", "no podemos seguir discutiendo entre pocos lo que debería decidirse entre muchos", "no podemos hablar de futuro sin jóvenes, ni de igualdad sin oportunidades reales, ni de ética mientras prevalecen los acuerdos de cúpula" y "por eso llamamos a los radicales que caminan las calles, no los pasillos", fueron algunas de las frases del cónclave en Mina Clavero.
Allí estuvieron Dante Rossi y Sebastián Peralta (legisladores provinciales), Cristian Canalis (expresidente UCR San Francisco), Alberto Giménez (expresidente de la UCR), Hernán Esteban (presidente del Concejo Deliberante Mina Clavero), Yanina Pérez (exconcejal de Cruz del Eje y exsecretaria del Comité Provincia UCR), Arnoldo Quinteros (expresidente UCR Villa Tulumba), Dolfi Pedernera y Fermín Boudoux (secretario del Comité Provincia Juventud Radical Departamento Roque Sáenz Peña), entre otros.
El objetivo de este grupo de radicales, que proclama ser una alternativa del medio, entre Generación X y el espacio del exintendente Ramón Mestre, busca sumar músculo para que cambie la conducción del Foro de Intendentes Radicales, que representa a más de 150 jefes comunales de toda la provincia, y sean desplazados Roberto Casari y Rubén Dagum, intendentes de Vicuña Mackenna y Almafuerte, que están alineados con Ferrer y De Loredo.
Este espacio debe renovar sus autoridades el próximo 11 de diciembre y será el primer tironeo interno. En los últimos días se supo que el mestrismo quiere en la mesa de conducción del foro al jefe municipal de Pilar, Leopoldo Grumpstrup, que fungió de jefe de campaña de Mestre, en octubre.
Pedido de expulsión
Como si con esto no bastara en la ya agitada vida interna del radicalismo cordobés, Jorge Allievi, ex presidente del Congreso Provincial de la UCR de Córdoba, junto a un grupo de dirigentes realizó esta semana una denuncia ante el Tribunal de Conducta del Comité Provincia, en la que solicitó la expulsión de Rodrigo de Loredo, Soledad Carrizo (diputada nacional), Marcelo Cossar (funcionario del Ministerio de Defensa de la Nación) y de los intendentes que integraron o acompañaron la lista del exgobernador Juan Schiaretti, quien había reunido a un nutrido grupo de jefes municipales boinas blancas a días de los comicios.
Se señaló en la presentación que no solo trabajaron para el oficialismo cordobés, sino que hasta fiscalizaron para cuidar los votos. Aunque se descuenta que la presentación entraría en vía muerta, lo seguro es que agitará más los enfrentamientos internos, mientras desde El Panal, como se conoce a la Casa de Gobierno cordobesa, se sigue de cerca su evolución porque las gestiones municipales dependen de los fondos con que se los nutra desde el gobierno provincial, mucho más desde que el presidente Javier Milei aplicó su motosierra a la distribución de los recursos federales.
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