4 de octubre 2007 - 00:00
Escasez de productos y suba de precios sin control en interior
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Sin embargo, no se queda afuera el resto de los componentes de la canasta básica de alimentos, que incluye frutas y verduras, a partir de una ya notoria la escasez que complica aún más el consumo.
Por si esto fuera poco, se registró también una disparada en los valores de los alquileres y de los taxis en algunos puntos del país, en medio de las disputas por el índice de inflación. El costo de vida, por diferentes motivos, es cada vez más alto en el país que insiste en no medir -salvo parámetros divulgados- el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
El desquicie del precio de la hortaliza -que alcanzó niveles históricos- es atribuido a las fuertes heladas que se produjeron en el último invierno y que dieron como resultado una magra producción, no sólo de tomate, sino también de la papa y otras verduras y frutas. El fenómeno climático que afectó amplias regiones del país que producen variedad de comestibles terminó por impactar en los precios.
«La producción de tomate se ha visto mermada por las grandes heladas en 80%, y es por eso que hoy estamos sufriendo su falta, que se ve reflejada notablemente en los precios», sostuvo el productor correntino Jorge Dutto. El integrante de la Asociación Frutihortícola de Santa Lucía explicó que «las zonas tomateras fueron declaradas como zona de desastre» y esta escasez impactó en los precios al consumidor y en las verdulerías, que ya lo venden a 15 pesos el kilo.
El cajón de 18 kilos de tomates se vende en el Mercado Central desde 150 pesos, lo que representa 8,30 pesos el kilo, es decir, 80% por sobre el precio al que se comercializaba un mes atrás y 300% más caro si se lo compara con igual mes del año anterior. La escasez de tomates se revertiría recién a fin de mes, por lo que no se espera una baja de precios hasta entonces, según auguran los productores.
La escasez de la preciada hortaliza ya se sufre al menos en las provincias de San Juan, Formosa, Chaco, Corrientes, Córdoba y Buenos Aires, con precios de entre $ 13 y $ 15 el kilo. Ante este panorama, por caso, los consumidores correntinos decidieron reemplazar el tomate por ensaladas «verdes», con verduras de hoja.
Pero no sólo el precio del tomate aumentó fuertemente en los últimos días. Por ejemplo, el pan no deja de subir desde hace ya varios meses. Según reconocen los propios industriales panaderos, ese producto se vende a más de 4 pesos el kilo, lejos de los 2,50 pesos que intentaba aplicar Moreno.
Según el secretario general de la Federación de la Industria del Pan, Hugo Natale, «hoy no existe más el kilo de pan a 2,50 como alguna vez acordamos con el gobierno, sino que está en los 4 pesos». Si bien el dirigente reconoció que este incremento se dio como resultado de un «aumento en el precio de la harina», aclaró que «también han aumentado los servicios y los insumos», que inciden en el costo final del pan. Otro ítem fundamental de la alimentación de los argentinos que trepa por las nubes. En tanto, y pese a los esfuerzos del gobierno, es difícil conseguir la papa a menos de
$ 4 pesos el kilo si lo que se quiere es comer un tubérculo de cierta calidad, a diferencia de lo que ocurre con la oficial, que cuesta $ 1,40. Este contexto implica una coyuntura de escasez que agrava más la situación.
En este delicado marco, los almaceneros entrerrianos aseguran que los precios en alimentos aumentaron 40%. El vicepresidente del Centro de Almaceneros de Paraná, Antonio Bluotto, sostuvo que esta semana se encontraron «con el agravante de que muchas cosas enlatadas ya no se están consiguiendo». «No hubo leche en tarro durante un mes; recién hoy entregaron. Tampoco se consiguen arvejas ni tomate en lata», dijo.
En sintonía, en Corrientes también se vive un preocupante aumento de los alquileres, que según se indicó desde la Cámara de Inmobiliarios, se debe a la inflación del país: «Todos los productos de primera necesidad están aumentando y las propiedades no son la excepción, ya que aumentó el costo de producción», dijo Horacio Ognio, integrante de la Cámara local. Por su parte, en La Pampa -entre otros distritos- se registró un aumento de la bajada de bandera en los taxis de 35,2%, sumando el transporte a la oleada de subas.
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