7 de octubre 2021 - 00:00

Nardini: "En Juntos juegan a opositor bueno y opositor malo, pero son lo mismo"

El funcionario es uno de los intendentes (Malvinas Argentinas) que se sumó al plantel de Axel Kicillof para aportar territorialidad.

Llegada. Leonardo Nardini, al jurar el 21 de septiembre al frente de la cartera de Infraestructura, una de las de mayor presupuesto. 

Llegada. Leonardo Nardini, al jurar el 21 de septiembre al frente de la cartera de Infraestructura, una de las de mayor presupuesto. 

Tras la derrota en las PASO, el gobernador Axel Kicillof tomó la decisión de realizar una reestructuración en su gabinete. En los hechos, más que cambios lo que se llevó a cabo fue una serie de incorporaciones. De esta manera, el mandatario provincial acudió a tres intendentes para ocupar puestos de relevancia en materia de acción directa con el fin de poder recuperar parte de la territorialidad perdida.

“Los intendentes llegamos para aportar experiencia en la diaria”, sostiene en diálogo con Ámbito, Leonardo Nardini, uno de los tres jefes comunales en cuestión (los otros dos son Martín Insaurralde y Hernán Y Zurieta) y quien se puso al frente del Ministerio de Infraestructura, una de las carteras de mayor presupuesto en Provincia.

Periodista: ¿Cuál es el primer desafío que tiene por delante?

Leonardo Nardini: Seguir adelante con lo que se venía desarrollando. La mayoría de este tramo de Axel como gobernador fue bajo la pandemia y eso ralentizó e hizo complejo llevar adelante mucho de lo pensando. Sin embargo, se hizo un gran trabajo. A los compañeros que ocuparon estos roles previamente hay que reconocerles el mérito de haber desarrollado muchas acciones con todo lo que había dejado en contra Vidal y las limitaciones que arrojó la pandemia. Su trabajo tiene un valor agregado. Recordemos que todos vaticinaban que el Conurbano iba a explotar y nada de eso pasó.

P.: Sin embargo, el resultado electoral no fue el esperado. ¿Lo sorprendió?

L.N.: Hay varios factores. Es algo multicausal. Es una elección intermedia donde la gente sufrió mucho las restricciones. Los adultos mayores y los chicos no pudieron tener un desarrollo normal en lo social. Sumado a eso, Argentina no estuvo exenta de las caídas de las economías en el mundo. Y teníamos una herencia de una situación económica compleja. Nos dejaron endeudados y nos tuvimos que sentar a renegociar con una pandemia en movimiento donde muchas veces lo urgente tapa lo importante.

P.: ¿Qué fue aquello importante que no pudo llevarse a cabo?

L.N.: Se trató de tomar las mejores decisiones cuando en el mundo nadie sabía qué estaba bien o mal. Eso incrementó la caída del empleo. Y desde la Nación, como también desde la Provincia, se trató de cuidar a la industria con un paquete de medidas. Fue un esfuerzo muy grande. Está claro que la gente tenía una expectativa y nos dio un voto de confianza contra el macrismo, pero no se pudo colmar por la pandemia.

P.: ¿La elección está perdida?

L.N.: No hay que desesperarse, ni salir desaforadamente a revertir una elección. Hay que seguir concentrados en la planificación, pensando en mejorar la calidad de vida de los bonaerenses. Esto va más allá del resultado. Cambiemos ganó una intermedia en 2017 y se terminó yendo dos años después con su gobernadora estrella perdiendo por 16 puntos contra Axel.

P.: ¿Qué rol cumplió la oposición en este camino electoral?

L.N.: Siempre trataron de mandar una agenda desde los grandes medios de comunicación saliendo a cuestionar cada acción. Sembraron miedo. Hablaron de que la vacuna era veneno, hicieron lobby para una marca en particular y dijeron que no iba a haber segunda dosis. Es muy complejo todo cuando la oposición juega a opositor bueno y opositor malo, pero en realidad son lo mismo. Hubo dos ofertas: uno planteaba que era el cambio de los mismos que endeudaron a la Argentina y el otro, que defiende los intereses de la Ciudad, que ahora va a escuchar a los bonaerenses. Subestiman al electorado.

P.: El Frente de Todos perdió en varios distritos del Conurbano, donde el voto del peronismo siempre se impuso. ¿No cree que la elección evidenció un descontento con el oficialismo?

L.N.: De cara a noviembre tenemos que seguir concentrados en la planificación y esperar que el gobierno nacional y provincial puedan dar certidumbre para bajar los índices inflacionarios que también afectan muchas veces el bolsillo de la gente, que es un factor importante a la hora del voto. No es una justificación, pero nuestra candidata nacional ganó por más de un millón de votos. La sumatoria de ambas listas opositoras logró 356 mil votos más, que no es una gran diferencia. Pero mirar un resultado de manera cortoplacista nada tiene que ver con el desarrollo de políticas públicas para que la gente pueda estar bien.

P.: Tras las elecciones hubo mucho movimiento interno dentro del Frente de Todos. ¿Está en peligro la unidad del peronismo?

L.N.: No, no está en riesgo la unidad. La unidad no quiere decir uniformidad. Bienvenido el debate. No hay que enojarse con el resultado de las PASO. Hay que aceptarlo. Y este debate que se da es para escucharnos entre nosotros así como lo hicimos en 2019, cuando la gente nos pidió que nos uniéramos para sacar a un gobierno que perjudicaba al futuro de nuestro país. No hay que olvidarse que tras las PASO de 2019 se timbearon 23 mil millones de dólares para tratar de remontar la elección. Cuando no te va bien, nadie queda conforme; pero la unidad termina haciendo que nos concentremos en mejorar la calidad de vida de la gente.

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