7 de junio 2006 - 00:00

Por subsidios a transporte

Esta cifra elevó a $ 1.240 millones el subsidio total dirigido al sector bajo este concepto y que provienen de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), de los cuales los $ 845 millones ya establecidos se encuentran distribuidos a razón de 70% para Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires y 30% para el resto de las provincias.
Por su parte, el malestar provincial también se extiende al Sistema Integrado de Transporte Automotor (SISTAU), por medio del cual se financia con $ 1.200 millones anuales la compra del gasoil que consumen las empresas de transporte y que también se distribuye con el mismo criterio 70%-30%.
«Si tengo que pelear solo, lo haré. Pero creo que esto afecta a las otras provincias por lo que voy a comunicarme con otros ministros para que veamos si podemos exigir que se incluya a todos, porque se está usando dinero de los ATN», disparó el ministro de Ambiente y Obras Públicas de Mendoza, Francisco Morandini, tras el anuncio del último decreto presidencial.
El malestar expresado por el cuyano se extiende a todos los distritos del país, a los diferentes niveles de gobierno y al sector privado. «No puede ser que Rosario, una ciudad mucho más pequeña que Buenos Aires, tenga un boleto de $ 1,15 y ahora la Nación financie de esta manera para que no haya suba en la Capital Federal (donde el valor mínimo del transporte es de $ 0,75) con el fin de evitar que aumente el índice inflacionario», expresó el diputado nacional Hugo Storero (UCR-Santa Fe). Este legislador propuso, además, un cambio en los coeficientes de reparto, para que se incluya la cantidad de choferes por distrito en lugar del esquema actual, que toma en cuenta, principalmente, los kilómetros recorridos, las personas transportadas y la recaudación.
Cabe recordar que la firma del Decreto 678 fue fundamentada en la necesidad de cubrir los mayores gastos operativos que tienen las empresas de ómnibus tras el incremento salarial de 16% que concedieron en abril.
El problema que enfrentan las provincias es la falta de fondos para cubrir a nivel local las necesidades de sus empresas de transporte. Esta situación se da en un marco de constantes paros de choferes y quejas del sector privado, que asegura ser incapaz de otorgar subas sin un incremento de la ayuda estatal o una suba del boleto.
De este modo, el aumento de boletos urbanos e interurbanos se mantiene latente en muchas provincias y ciudades. Tal es el caso de Santa Fe, donde la vicegobernadora, María Eugenia Bielsa, debió salir a aclarar -junto con el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz- que no habría suba del boleto, en tanto que indicó que los subsidios son «un tema pendiente y todos tenemos que trabajar para apoyar a la ciudad de Rosario; incluso el gobernador (Jorge Obeid) ha planteado muchas veces que hay que apoyar las gestiones por este asunto».
Pese a los dichos de Bielsa, el opositor santafesino Storero criticó ayer al bloque de legisladores del oficialismo por no votar favorablemente el proyecto que presentó en abril pasado para que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reasigne fondos del Presupuesto Nacional para compensar mensualmente los mayores costos de las empresas de transporte.

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