18 de septiembre 2007 - 00:00

Un acto de Cristina terminó en incidentes

No era un día cualquiera: hace exactamente un mes, el funcionario chocador Daniel Varizat empañaba el primer acto de la primera dama en la ciudad de Río Gallegos, protagonizando un vergonzoso episodio contra manifestantes. La semana pasada, incluso, la violencia se había apoderado nuevamente de la tierra presidencial cuando efectivos de la Gendarmería desalojaron con balas de goma un piquete sobre la Ruta Nacional N°3 para habilitar el paso de un ómnibus con militantes justicialistas que se dirigían a un acto de campaña.
Ayer, la furia salpicó a la candidata y hasta cursó rumbo de cornisa. Sucedió cuando dos facciones del Sindicato de Camioneros se enfrentaron a golpes y piedrazos, y luego atacaron a la Policía.
Como resultado de los incidentes dos agentes terminaron heridos por golpes y pedradas y fueron trasladados al Hospital Regional Río Grande, mientras que dos militantes del Sindicato de Camioneros local quedaron detenidos.

 Los hechos

Todo se inició cuando el legislador justicialista Luis Velázquez se retiró del gimnasio del colegio Don Bosco, donde se realizó el acto, acompañado por una treintena de militantes sindicales, uno de los cuales comenzó a agredirse verbalmente con gente del otro sector que responde a Sergio Pérez, ex dirigente del gremio de camioneros.
Tras los insultos, comenzaron los golpes entre ambos sectores, ante la mirada atónita de los policías que estaban para la seguridad de la senadora Kirchner.
Cuando estos últimos intervinieron, lo que parecía una simple pelea se transformó en una verdadera batalla campal entre manifestantes e integrantes de la fuerza de seguridad.
Los hechos de violencia más graves se desencadenaron cuando efectivos policiales quisieron llevarse detenidos a algunos militantes del gremio y otros sindicalistas pretendieron evitarlo.
Así, comenzaron a agredir a los policías, con golpes de puños, mientras el personal de seguridad respondía con gas pimienta para tratar de frenar la embestida, pero fueron desbordados.
La agresividad de los manifestantes fue en aumento hasta que tomaron trozos de escombros y los arrojaron contra la Policía, cuyos integrantes estaban sin protección alguna, lo que provocó que algunos agentes resultaran lesionados.
Fue en ese entonces que intervino el personal de Servicios Especial, con cascos y escopetas con balas de goma, que al cabo de unos minutos disuadió a los manifestantes, quienes se alejaron de la zona, para concentrarse en el Sindicato de Camioneros.
Todos estos hechos no fueron advertidos por la senadora Cristina de Kirchner, porque el lugar de salida estaba ubicado a cien metros del centro de los incidentes, desde donde abordó una combi que la trasladó hasta el aeropuerto local.
El avión que la trasladó a Buenos Aires partió justo en el momento en que todo volvía a la normalidad.
Cristina llegó a Río Grande acompañada por el ministro de Economía, Miguel Peirano; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, mientras que -en paralelo- el presidente Kirchner viajó a Santa Cruz para celebrar el aniversario de la fundación de la ciudad de Puerto San Julián.
Hasta esa ciudad fueguina, Cristina llevó el decreto presidencial que ordena la prórroga de la Ley de Promoción Industrial de la provincia hasta el 23 de diciembre de 2023, que fue recibido por el gobernador Hugo Cóccaro y la gobernadora electa del ARI, Fabiana Ríos.

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