29 de septiembre 2006 - 00:00

Granos: la nueva gran fuente de energía en época de crisis

Los productores apuntan a todas las fuentes de energía disponibles en el campo. Por caso, la caña de azúcar es un sector aún poco explotado, aunque ya hay inversiones planificadas por algunos ingenios azucareros.
Los productores apuntan a todas las fuentes de energía disponibles en el campo. Por caso, la caña de azúcar es un sector aún poco explotado, aunque ya hay inversiones planificadas por algunos ingenios azucareros.
La crisis energética que atraviesa la Argentina desde hace varios años, especialmente la que tiene origen en productos no renovables como el petróleo, así como la emisión de gases que producen la contaminación del medio ambiente y el llamado efecto invernadero, plantean la imperante necesidad de búsqueda de productos alternativos que puedan sustituir a las fuentes tradicionales de energía.

Por otra parte, la reciente sanción por el Parlamento nacional de la Ley Nº 26.093, que establece que a partir del 1° de enero de 2010 todo el gasoil y la nafta que se produzca en el país debe contener 5% de biodiésel y bioetanol respectivamente, hace que la producción de estos biocombustibles comience a tener gran relevancia de carácter técnico, económico y social, especialmente porque la Argentina es un importante productor de cereales y oleaginosas, principales materias primas para la elaboración de los mismos.

  • Biodiésel

  • En el caso del biodiésel, es importante señalar que se puede obtener de aceites vegetales o de grasas animales. En el caso de los aceites vegetales, pueden utilizarse el de soja, colza, cártamo, jojoba, palma, etc. La conversión es de 1,03 tonelada de aceite para la obtención de 1 tonelada de biodiésel, quedando como residuos glicerol (para la producción de glicerina) y ácidos grasos.

    Con respecto al bioetanol, el mismo se obtiene de caña de azúcar, maíz, sorgo, remolacha, mandioca, eucalipto, etc. La conversión es de 20 toneladas de caña de azúcar por 1 tonelada de bioetanol, quedando como residuo el bagazo de caña, y de 3,5 toneladas de maíz por 1 tonelada de bioetanol, quedando granos y solubles secos destilados.

    Es importante destacar que la biomasa vegetal utilizada para la producción de biocombustibles genera también anhídrido carbónico durante la transformación industrial, pero esto es compensado con creces por el consumo de CO2 de la atmósfera que realiza la misma en el proceso de fotosíntesis.

    En lo referente a la futura demanda de aceites vegetales para la producción de biodiésel, cabe recordar que en el país se consumen anualmente 12 millones de metros cúbicos de gasoil, lo cual demandaría 600.000 metros cúbicos (5%) de biodiésel para el año 2010. Esto equivale a 632.000 toneladas de este producto, o sea 650.960 toneladas de aceite (conversión 1,03:1). Si utilizamos soja como materia prima y recordando que la conversión de ese grano en aceite es de 7,25:1, se demandarían en el futuro 4.719.460 toneladas de esa oleaginosa. Esta cantidad puede ser obtenida por la reducción de las 10 millones de toneladas que se exportan actualmente como grano, o bien incrementando el área sembrada con soja.

    Con respecto al bioetanol, el consumo anual de nafta en nuestro país es de 3,6 millones de metros cúbicos, lo cual hace que se requieran 180.000 metros cúbicos de bioetanol (5%) para el año 2010, equivalentes a 160.000 toneladas de ese producto. Si se utiliza maíz como materia prima, aunque cabe recordar que el 90% del actual etanol producido en el país proviene de caña de azúcar, se demandarían 560.000 toneladas (conversión 3,5:1) adicionales de ese grano en el futuro, y también se las puede obtener de la reducción de las exportaciones o bien incrementando la superficie sembrada.

    Es importante resaltar que ya existe amplia experiencia en el exterior en la producción de biocombustibles. En Brasil, por ejemplo, hace ya mucho tiempo que toda la nafta consumida contiene entre 20% y 25% de alcohol y que existe una alta proporción de vehículos que funcionan a alcohol puro. En EE.UU. están instaladasactualmente 65 fábricas de biodiésel y 100 fábricas de bioetanol. Por otra parte, 30% de la colza (Canola) producida en la Unión Europea se destina actualmente a la producción de biodiésel.

    Por último, la Ley Nº 26.093 prevé la desgravación de la producción de biocombustibles, lo cual, sumado a las condiciones de importante país productor de materias primas utilizables en esa transformación y a la experienciamundial ya acumulada hasta el presente, hace que podamos confiar en un desarrollo sustentable desde el punto de vista técnico, económico, ambiental y social de esta nueva forma alternativa de fuentes energéticas.

    (*) Ingeniero agrónomo, magister scientiae en Economía Agraria, especialista en diversificación productiva del INTA. Setiembre de 2006.

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