28 de junio 2007 - 00:00

Argentina goleó a EEUU en el debut

Crespo grita el primer gol argentino junto a Cambiasso
Crespo grita el primer gol argentino junto a Cambiasso
La favorita Argentina arrancó la noche del jueves a todo vapor su campaña para recuperar la Copa América, pero sin lucirse, a pura contundencia ofensiva, al ganarle por 4-1 a un disciplinado pero inexperto Estados Unidos por el Grupo C, disputado en Maracaibo.

El equipo de las barras y las estrellas le había arrojado un balde de agua fría al candidato a los 9 minutos, cuando el moreno Eddie Johnson marcó de tiro penal la apertura del tanteador.

Pero en menos de lo que canta un gallo los gauchos reaccionaron y Hernán Crespo mostró sus dotes de cañonero implacable al empatar a los 11 minutos.

El delantero del Inter italiano volvió a aparecer como un verdugo, al entrar a la carrera y recibir un milimétrico pase del estratega Juan Román Riquelme para aumentar a los 64 minutos.

El DT argentino Alfio Basile introdujo numerosos cambios, entre ellos el del volante Pablo Aimar, autor de la tercera conquista en rápida arremetida tras un centro de Gabriel Heinze a los 78 minutos.

La cuenta la cerró el recién ingresado Carlos Tevez a los 85 minutos, al escabullirse de sus marcadores y batir al veterano Kasey Keller con remate a ras.

Los argentinos quedaron igualados en puntos con Paraguay en la llave, que entró a paso redoblado en la Copa al golear a Colombia por 5-0.

Fue la frutilla del postre de una doble jornada de encuentros jugados ante una bulliciosa multitud de 35.000 almas que colmaron el estadio Pachencho Romero de Maracaibo, en una noche húmeda de calor sofocante.

La constelación de estrellas que presentaba Argentina quedó congelada en el cielo cuando sorpresivamente Johnson le ganó las espaldas a Gabriel Milito y Roberto Ayala, que marcaban en línea como principiantes, hasta que el defensa de Zaragoza español lo derribó en el área.

Johnson, ante el estupor de los aficionados, marcó el tiro penal con un remate rasante, suave, colocado, de calidad técnica, que engañó al guardameta.

Los argentinos siguieron con la brújula rota durante largos minutos, pese a que Riquelme estaba en su plenitud anímica, pidiendo todos los balones para arrancar los movimientos.

Pero no tuvo armonización con Juan Verón y tampoco encontró la sociedad con Lionel Messi que tanto necesita el equipo del DT Alfio Basile para convertirse realmente en un candidato.

La entrada de Pablo Aimar fue un soplo de aire fresco, si es que eso era posible en el infierno del estadio Pachencho Romero y su gol fue un premio al esfuerzo individual.

Justamente fue el empeño de las invididualidades lo sacó a Argentina del pozo, porque no fue un equipo, no tuvo juego de conjunto, y estuvo largos minutos perdido en la cancha, sin rumbo, con desplazamientos anunciados y rutinarios.

Otro ingreso, el de Carlos Tévez, le puso pimienta al ataque argentino, pero fueron escasos momentos de inspiración, incluso con su gol en rápido avance a la carrera sobre el arco.

Basile demostró que tiene un plantel de lujo, con un banco de suplentes envidiable, pero el funcionamiento colectivo dejó mucho que desear ante una escuadra que sólo tuvo en Benny Feilhaber un volante con inteligencia y sentido del juego de conjunto.

Eddie Johnson tuvo su fugaz instante de gloria, pero son muy escasos los argumentos del equipo que el DT Bob Bradley trajo a Venezuela para adquirir experiencia, como lo admitió a la prensa.

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