Argentina hizo historia en la altura

El equipo argentina festeja la victoria en Ecuador después de 40 años

A este equipo no se lo podrá amenazar con la altura, con el argumento que lo recibía un equipo que llegaba invicto haciendo valer la mística que le inculcó «Bolillo» Gómez, tampoco se le podrá amedrentar -como les pasa a otros conjuntos-que sean presa de eso que llaman «miedo escénico» por la incidencia que puede tener un estadio eufórico (y adverso) y tampoco que la historia señalaba que Argentina hacía 40 años que no ganaba en Ecuador. No sólo ganó, sino que revoleando los pasajes para viajar el año próximo a Japón-Corea como el primer finalista sudamericano clasificado y con pretensiones ciertas para el logro máximo.

Argentina fue a la altura de Quito midiendo todos los riesgos:

1) que no lo sorprendan con un gol de entrada de esos que tienen la rara virtud de cambiar posibilidades; 2) que no le entren por las puntas para evitar las raras parábolas (o la velocidad que toma la pelota al encontrar menos resistencia de aire) que pueda provocar un cabezazo afortunado; 3) hacer «dormitar» el juego en el medio para asegurar posesión de pelota y provocar que los adversarios dejen huecos para poder rotar; 4) a partir de allí buscar con paciencia el espacio favorable para el remate.

Un verdadero compendio (más allá de llegar sobre la hora del partido y salir enseguida) o manual de como hay que hacer para enfrentar a equipos complicados como este Ecuador con argumentos ciertos de clasificación. Se podría decir que el técnico «Bolillo» Gómez ya había adelantado lo que podía pasar. Como finalmente ocurrió. Tal vez esa fue la razón por la cual Ecuador, en la iniciación de cada tiempo (no llegó en ningún caso a más de diez en cada uno) salió a quemar sus naves.

Fue lo mejor de los ecuatorianos. Precisamente cuando Zanetti (por derecha) y "Kily" González (por izquierda) debieron replegarse y resignar terreno para que las subidas de Guerrón y Hurtado no provocaban el «efecto no deseado» para Bielsa. Que Wellington Sánchez o Kaviedes llegaran con posibilidades claras de gol. Este equipo argentino también demostró -en esos minutos y en algún esporádico ataque-que también es difícil entrarle en defensa.

Lo demás era más que conocido. Se sabía que si la pelota pasaba con limpieza al medio campo, las variantes que trasmitía Bielsa (por demás conocidas) era innumerables y si Verón estaba en una tarde como la de ayer todo lo complicado se podría volver sencillo, simple, profundo, con posibilidades ciertas de gol. Como finalmente ocurrió. Verón no sólo fue la gran figura sino que -además-fue el punto de inflexión con ese «bombazo» que sorprendió a ajenos y extraños, donde tampoco escapó del asombro el arquero Ibarra. Ni decir, cuando el cabezazo de Simeone obligó a Chalá a realizar una estirada espectacular para quedarse con la pelota que se filtraba en un ángulo. Penal, roja para el defensor, remate cruzado de Crespo y partido liquidado.

Lo demás pasa por el repaso individual, donde Burgos sacó dos pelotas que llegaban con pretensión de red; Vivas en un trabajo infatigable de ida y vuelta, alternó más buenas que malas pero cumplió sin retaceos; o la tarea segura y para destacar de Ayala por arriba y Samuel cruzando a cuanto intento de penetración realizó Kaviedes, Delgado (y finalmente Burbano o Aguinaga). Aunque lo mejor fue el pulcro trabajo de Sorín, tanto en contención como en salida del equipo.

Lo demás acompañaron. Para rescatar el despliegue de Zanetti, el buen nivel demostrado por Simeone (siempre ordenando al equipo) y aún pensando que Aimar y "Kily" González (ni luego Ortega o Claudio López) estuvieron a la altura de otros encuentros, fueron inteligentes a la hora de las compensaciones, porque se recostaron sobre Verón y con él le dieron circulación a la pelota. Siempre pensando que Crespo estaba presto para encontrarse con alguna pelota cruzada... Cuando lo consiguió falló a la hora de definir. Si no hubiese por esas posibilidades fallidas a estas horas Argentina estaría retornando con una goleada, aunque a la hora de la verdad, con lo realizado alcanza y sobra, y aún queda espacio para el aplauso y el elogio generalizado.

ECUADOR 0 - ARGENTINA 2

Ecuador: Ibarra; De la Cruz, I. Hurtado, G. Espinoza y Guerrón; Burbano, Guagua, Chalá y W. Sánchez; Kaviedes y A. Delgado. DT: Hernán Gómez.

Argentina: Burgos; R. Ayala, Vivas y Samuel; Zanetti, Simeone y Sorín; Aimar y Verón; Ch. González y Crespo. DT: Marcelo Bielsa.

Goles: PT 19m Verón (A) y 34m Crespo (A), de penal.

Cambios: ST J. Aguinaga por Burbano (E); A. Aguinaga por W. Sánchez (E); 8m A. Fernández por Guagua (E); 15m Ortega por Aimar
(A); 22m Almeyda por Simeone (A) y 39m C. López por Ch. González (A).

Incidencia: PT 33m expulsado Chalá (E).

Estadio: Atahualpa de Quito.

Arbitro: Stéfano Braschi (Italia).

Recaudación: u$s 827.195.