Boca clasificó merecidamente para las semifinales de la Copa Libertadores al derrotar a un temeroso y defensivo Libertad que durante más de 60 minutos jugó a mantener el cero en su arco sin importarle atacar.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Boca salió a buscar el partido de entrada, ya que necesitaba por lo menos marcar un gol para seguir (el encuentro de ida había finalizado 1 a 1) y atacó preferentemente por derecha, por donde Ibarra encontraba facilidades en la marca y llegaba al fondo para enviar el centro.
Dos veces lo perdió Palacio de manera increíble y una Palermo ante un equipo que sólo especulaba.
El correr de los minutos hacía poner nerviosos a los jugadores de Boca, que no encontraban la fórmula para abrir el marcador hasta que apareció el talento de Juan Román Riquelme para pelear y llevarse una pelota desde la mitad de la cancha, dejar en el camino a tres rivales y en la puerta del área sacar un derechazo que dejó sin chances a Bava.
Con este gol se terminó la resistencia de Libertad, que no supo cambiar el libreto y lo único que consiguió adelantando sus líneas fue dejar espacios para que Boca lo vulnerara y así llegó el gol de Palacio, que terminó de definir el partido.
Después Boca se conformó. Russo hizo ingresar a Ortemán por Neri Cardozo y dejó que los paraguayos hicieran el gasto del partido.
Boca fue eligiendo los momentos para contraatacar y teniendo mucho menos la pelota siguió siendo más peligroso que Libertad.
Demostró ser un equipo maduro y paciente ante un rival que lo esperó cerrando sus filas, que especuló hasta con los alcanzapelotas. Ahora, en semifinales, jugará con la revelación del torneo: el equipo colombiano Cúcuta.
Dejá tu comentario