George Weah es una figura emblemática tanto en el mundo del fútbol como en la política. Nacido el 1 de octubre de 1966 en Monrovia, Liberia, Weah creció en circunstancias modestas y superó numerosos obstáculos para convertirse en uno de los futbolistas más destacados de su generación y eventualmente en el presidente de su país.
De ganar el Balón de Oro a ser presidente de su país: la increíble historia de George Weah
El ex delantero que se retiró en 2003, hizo historia porque fue el primer futbolista en obtener el galardón sin ser europeo.
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Fue considerado el mejor jugador africano del siglo XX.
Weah comenzó su carrera futbolística en Liberia antes de emprender una exitosa carrera internacional que lo llevó a algunos de los clubes más prestigiosos de Europa. Jugó en equipos como el AS Mónaco, el Paris Saint-Germain, el AC Milan, el Chelsea y el Manchester City. Durante su tiempo en el equipo italiano, Weah ganó el codiciado Balón de Oro en 1995, convirtiéndose en el primer y hasta ahora único jugador africano en lograr este honor. Aquel año se cambiaron las normas para que cualquier futbolista del mundo que jugase en Europa pudiera aspirar al premio
Como delantero, Weah era conocido por su velocidad, habilidad técnica y capacidad goleadora. Su impresionante carrera en el fútbol europeo lo llevó a ganar numerosos títulos como: dos ligas italianas, una liga francesa y una FA Cup en Inglaterra.
Su recorrido por la política hasta llegar a ser presidente
Al finalizar la Segunda guerra civil liberiana en 2005, la nación africana organizó las primeras elecciones luego de décadas. En ese momento Weah vio su oportunidad, ya que era considerado prácticamente un dios en su tierra. Ninguna persona nacida en ese suelo había alcanzado la trascendencia internacional que logró el delantero.
Gracias a esa popularidad construyó una carrera política que, tras dos intentos fallidos, le permitió ganar las elecciones presidenciales del 26 de diciembre de 2017 con el 61,5% de los votos. En el medio, fue electo senador en 2014.
No corrió con la misma suerte que en el fútbol
Como presidente, Weah se había comprometido a abordar los desafíos socioeconómicos que enfrenta Liberia, incluida la pobreza, el desempleo y la falta de acceso a la atención médica y la educación.
Se le recriminó su falta de formación y no estar preparado para dirigir un estado. Su mandato fue muy criticado porque apenas cumplió sus promesas y dejó una economía en recesión, inflación en aumento y denuncias de corrupción. Estos indicadores desataron la indignación de los más pobres, que habían confiado en él por ser el máximo ídolo deportivo del país.
A pesar de toda la imagen negativa que obtuvo en su gobierno, no estuvo lejos de ser reelecto en los sufragios celebrados a fines de 2023, de hecho, ganó en primera vuelta, pero luego perdió en segunda instancia. Su competidor Joseph Boakai, lo superó con un 50,89 por ciento de los votos, contra su 49,11.
El legado que no defendió los mismos colores
A pesar de que ni se asoma a la carrera de su padre en términos deportivos, su hijo Timothy Weah puede presumirle a su padre que tiene un logro que el nunca alcanzó: convertir un gol en la copa del mundo. Nacido el 22 de febrero de 2000 en Nueva York, decidió representar a la Selección de Estados Unidos, y con esa camiseta marcó ante Gales en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022.
En 2017, con tan solo 17 años, firmó con el París Saint-Germain, equipo en el que su padre militó desde 1992 hasta 1995. Luego, tras no contar con protagonismo en el primer equipo, tuvo una breve experiencia en el Celtic de Escocia para después fichar por el Lille de Francia, donde tuvo grandes rendimientos que le valieron su fichaje a la Juventus por 12 millones de euros en 2023.
Además de la selección norteamericana, Weah hijo tuvo posibilidades de jugar para Liberia, por su padre; Jamaica, por su madre, Clar Marie Duncan; y hasta en Francia, por haberse radicado durante muchos años allí.
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