Néstor «Pipo» Rossi, uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol argentino, verdadero símbolo de River y prototipo del mediocampista central de los años 40 y 50, falleció, a los 82 años, en la Ciudad de Buenos Aires.
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Víctima de mal de Alzheimer, dejó de existir quien además de ídolo riverplatense fue «patrón» del seleccionado argentino que ganó el Sudamericano de Lima en 1957.
Nacido en Parque Patricios el 10 de mayo de 1925, llegó a River con 17 años e integró una Tercera memorable con Amadeo Carrizo en el arco y Alfredo Di Stéfano como centrodelantero.
A los 19 ya integró el mítico equipo de La Máquina de River, club donde se consolidó y fue dos veces campeón: en 1945 y 1947. Más tarde, con la famosa huelga de 1948, emigró a Colombia y fue figura en Millonarios. Volvió a River en 1955, con 29 años, y se radicó en la zona norte, en Béccar. En ese tiempo escribió otra memorable historia: River ganó tres campeonatos consecutivos con Rossi y Angel Labruna, figuras ya « veteranas» del fútbol autóctono.
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