Decepcionaron. Se esperaba mucho de los dos y terminaron haciendo un partido ordinario con planteos mezquinos, muy lejos de lo que venían mostrando en el campeonato tanto Estudiantes como Lanús.
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El empate sin goles fue una consecuencia del respeto que se tuvieron y de la falta de ambición. El que «hizo su negocio» fue Lanús, que consiguió un punto de visitante y sigue invicto en la Copa Santander Libertadores, punteandoel grupo junto a Deportivo Cuenca, con el que todavía tiene que jugar los dos partidos.
El primer tiempo fue para el olvido. El único hecho trascendente fue la lesión del uruguayo Salgueiro, quien debió salir a los 35 minutos dejando su lugar a Lugüercio. En los papeles Estudiantes atacaba con tres delanteros netos, pero en la práctica dos de ellos (Salgueiro, mientras estuvo, y Piatti) debían bajar a la mitad de la cancha porque no les llegaba la pelota.
Por el otro lado Lanús se dedicó a bloquear el mediocampo del rival y cuando tenía la pelota la entretuvo tocando lateralmente, para buscar la sorpresa con algún pelotazo a un solitario José Sand.
Diego Valeri y Lautaro Acosta fueron los encargados de crear juego, pero se dedicaron más a tocar para atrás, que a arriesgar con sus gambetas o con pases profundos.
En el segundo tiempo el partido mejoró un poco, porque Estudiantes se dio cuenta que el empate no le convenía, ya que después de la derrota en Ecuador ante Cuenca tenía que tratar todos los puntos en juego de local.
Por eso dejó de lado algunos miedos y se mandó al ataque. La entrada de Lázzaro le dio más potencia ofensiva, pero no pudo ante una defensa muy firme y un arquero seguro.
Se esperaban muchos goles y no hubo ninguno. Se esperaba espectáculo futbolístico y la pelota estuvo más afuera que adentro. Estudiantes y Lanús decepcionaron.
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