El niño que utilizó sus ahorros para devolverle la dignidad a una gloria de la NFL

Sus malas decisiones lo dejaron en la ruina y un niño tuvo un gesto muy noble debido a su influencia como deportista.

La ex estrella de la NFL y como un niño intentó devolverle la dignidad que había perdido una vez culminó su carrera.

La NFL tiene varias figuras con historias para destacar si se habla de lo que han hecho dentro del campo de juego, con un sinfín de nombres que han logrado llevar a la gloria máxima a sus equipos. Incluso, hay apellidos que resuenan aún por haber opacado a las grandes estrellas de la época.

Ese es el caso de William Perry, quién tenía un físico poco común para la época y lograba aplastar a sus rivales, al punto de hacer olvidar a la máxima figura de su franquicia. Aunque lo más llamativo de este legendario jugador es como la vida le jugó una mala pasada, la cual no supo digerir y que con el tiempo le trajo muchas complicaciones. En la ruina, un joven niño se encargó de tener un gesto que lo ayudó a recuperar la dignidad que supo tener como jugador.

Perry tuvo un rendimiento clave para quedar en la historia de la NFL en su año como novato.

William Perry, la estrella de la NFL que tuvo que vender su anillo del Super Bowl

Los anillos que se le entregan al campeón de la NFL no es un artículo cualquiera, ya que el valor que adquieren debido a que son únicos para cada jugador que logra consagrarse campeón, lo llevan a pensar que es algo que un deportista jamás pondrá a la venta, pero este no es el caso del exfutbolista apodado El Refrigerador.

Perry fue un símbolo de los 80, dónde logró opacar al mismísimo Walter Payton. Como novato, anotó uno de los Touchdown más increíbles que se recuerden en 1985, el cuál fue clave para que los Bears de Chicago sorprendieran a sus rivales, ya que él era un habitué de la defensa hasta que su coach consideró que podría lucirse en una faceta más ofensiva de manera ocasional.

Para tener un contexto más claro de lo que representaba William, hay que remarcar que su peso que supera los 130 kilogramos hoy en día es algo normal para los jugadores en su posición, pero no para ese entonces. Tiene una estatura de 1.88 metros y pesaba 150 kg. El nacido en Carolina del Sur era llamado a ser la estrella del futuro, pero esa llama se fue apagando por el tiempo y también se debía a sus problemas de talla.

Tras ese histórico y recordado Super Bowl XX, nada volvió a ser igual. Se retiró en los Eagles de San Francisco en 1994 y en 2007 dieron con uno de sus mayores dramas: sufre del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno inflamatorio crónico de sus nervios periféricos. Y si eso no era suficiente, sus problemas económicos sumados a su alcoholismo lo llevaron a tomar la decisión de vender su anillo de campeón de la NFL, por 16 mil dólares, aunque esto no fue suficiente para poder revertir su pésima situación.

El niño de 10 años que le devolvió su premio

Hay un detalle particular en el artículo que le perteneció a Perry y es que, debido a su tamaño, su talla para la joya no era normal, mientras que para un hombre promedio se estima que es entre 10 y 12, para El Refrigerador era de 25. Por esto, este objeto era único y considerado el más grande realizado para esta condecoración en toda la historia.

Cliff Forrest Jr., un niño de tan solo 10 años, dio con el preciado objeto y tuvo un gesto que buscó devolverle la dignidad a quién fuera uno de sus ídolos. Usó 8.500 dólares de sus fondos para la universidad y lo compró para devolverlo a su dueño, debido a que también estaba conmovido por la enfermedad que atravesaba. Tiempo después, pudo encontrarse con el exjugador de la NFL y devolvérselo.

Perry se mostró muy agradecido y le obsequió varios artículos autografiados con la leyenda: "El Refrigerador, gracias". Con el tiempo y más allá del noble gesto del chico, no se supo si el ex jugador de la NFL lo volvió a vender o no. Actualmente, Perry ha podido dejar atrás sus problemas con el alcohol y el sobrepeso, y estaría intentado enderezar su vida de una vez por todas.