Hamilton se convirtió en la sombra de Alonso

Lewis Hamilton se confirmó como el inesperado gran rival del campeón Fernando Alonso al ganar de punta a punta el Gran Premio de Estados Unidos.

La victoria del inglés aún adquiere mayor magnitud si se tiene en cuenta que soportó un feroz ataque de su compañero de equipo, el español Alonso, quien no pudo superarlo en otro gran 1-2 de la escudería McLaren.

«Esto es fantástico, agradezco al equipo», comentó emocionado el piloto inglés, tras ganar su segunda prueba consecutiva en apenas una semana y nuevamente en un circuito en el que corría por primera vez, igual que en Canadá.

Pero a diferencia de aquel primer triunfo, en el que Alonso sufrió numerosos problemas, Hamilton superó esta vez al español en duelo limpio y directo, y con un equipo que autorizó a sus pilotos a ganar su posición en la propia pista.

«La llave de la carrera estuvo en la salida y se definió en la primera curva. Traté de superarlo pero no pude», se resignó un enjuto Alonso, aunque abrazó con simpatía a su compañero en el ingreso al podio, acaso en un esfuerzo por evitar la tensión de McLaren.

Los dos pilotos de Ferrari, el brasileño Felipe Massa y el finlandés Kimi Raikkonen, terminaron tercero y cuarto, respectivamente, en una nueva jornada amarga para la escudería italiana, claramente superada por los McLaren. El sábado, el británico había plasmado su segunda pole position de una temporada en la que siempre estuvo en los podios, y esa posición de privilegio en la partida también definió el duelo.

«Sabía que Fernando estaba cerca, muy cerca. Tuve que controlarlo en la largada y en la mitad de la carrera. Si me pasaba en la primera vuelta, hubiera sido extremadamente difícil remontar», indicó el inglés.

Alonso se lanzó sobre Hamilton en la largada, tal como lo había anunciado para aprovechar la amplitud de la cinta asfáltica estadounidense, pero el novato se defendió con astucia y corrección, e impidió el zarpazo apretando el acelerador a fondo. Hamilton volvió a mostrar madurez y gran aplomo, cuando el experimentado Alonso lo atacó con frenesí en la vuelta 38 (sobre un total de 73), pero cerró todos los pasos al campeón con maniobras estratégicas, con talento y decisión.