24 de febrero 2005 - 00:00

River debió ganar por más

River resolvió con mucha facilidad un partido que en lo previo parecía complicado por el efecto de los 2.600 metros de altura de la ciudad de Riobamba.

Olmedo salió a presionar ofensivamente tratando de quitarle piernas a un River que de contraataque encontró espacios para marcar dos goles en 18 minutos y crear media docena de situaciones claras de gol más que no se convirtieron por centímetros.

River fue superior individual, táctica y técnicamente. Tuvo como puntos altos a Patiño, que convirtió un golazo de 25 metros, a Mascherano, que hizo el gol deseado por todo futbolista argentino, gambeteando a cinco jugadores desde la mitad de la cancha hasta el área, y a Farías, que abrió todos los caminos ofensivos, moviéndose con mucha inteligencia.

Olmedo demostró ser un equipo limitado, con falencias infantiles en defensa y más voluntarismo que juego asociado. Luchó el partido con mucho amor propio, pero desnudó todas sus flaquezas, por lo que River pudo llegar a conseguir un resultado mucho más amplio del que finalmente logró.

En los últimos minutos consiguió dos goles, aprovechando el cansancio físico de River, y le dio emoción a un resultado que nunca pareció estar en peligro.

En definitiva, River ganó por mucho menos de lo que merecía en un debut que, en el primer tiempo, fue el soñado y, en el segundo, casi se convierte en pesadilla.

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