24 de febrero 2008 - 00:00

River le dio otro duro golpe a San Lorenzo

Los jugadores de River Ariel Ortega y Matias Abelarias festejan el primer gol de su equipo, junto a otros compañeros
Los jugadores de River Ariel Ortega y Matias Abelarias festejan el primer gol de su equipo, junto a otros compañeros
River le dio hoy otro cachetazo a San Lorenzo de Almagro al ganarle con absoluta justicia y de manera inapelable como local por 2 a 0, en un partido válido por la tercera fecha del Torneo Clausura, que se disputó ante un estadio Monumental colmado.

El equipo "millonario" sacó ventajas en la primera parte y definió el pleito en el arranque del complemento en momentos que el equipo de Boedo intentaba alcanzar la igualdad.

El colombiano Radamel Falcao García, de cabeza, abrió la cuenta a los 27 minutos de la primera parte, mientras que Matías Abelairas, le puso cifras definitivas al encuentro, a los 9 del complemento.

Por encima del resultado final, el partido estuvo lejos de lo que se esperaba para un clásico lleno de figuras y en el que había mucho más en juego que los tres puntos.

El "Pelado", uno de los máximos ídolos en la historia reciente de River, se presentaba por primera vez en el Monumental y estaba urgido por un resultado positivo que le permitiera cambiar el clima enrarecido que por estos días se advierte en el Nuevo Gasómetro, como consecuencia de la mala campaña en el torneo y en la Copa.

Es por eso que durante la semana jugó a las escondidas. Cambió el trato a la prensa y prefirió mantenerse ajeno a la conflictiva situación que mantiene el arquero Sebastián Saja con el club.

Es evidente que el riojano tenía muy claro que un buen resultado en Núñez le iba a permitir reencontrar la paz y el cariño que conoció durante su primer tramo de gestión cuando le entregó al hincha de San Lorenzo un título.

Para ello tomó algunas precauciones: Juan Carlos Menseguez jugó como volante por la derecha, mientras que Andrés D´Alessandro era el director de orquesta de su ataque, que se extendía en la potencia de Gonzalo Bergessio y la ductilidad de Andrés Silvera para moverse en las inmediaciones del área.

Sin embargo, toda la planificación se cayó al rato, ya que a los 23 minutos de la primera parte el Cabezón debió abandonar el campo de juego por una molestia muscular tras chocar con Falcao García.

A esta altura, el local era un poco más que la visita, sobre todo a partir de la potencia del delantero colombiano, que de alguna manera se las ingeniaba para ganar en el área visitante.

En la mitad de la cancha Oscar Ahumada fue el encargado de la contensión, mientras que Abelairas y Augusto Fernández debían colaborar con él y generar juego por los costados.

Ortega, tuvo libertad para moverse, pero sus apariciones fueron a cuentagotas y terminó siendo reemplazado en la segunda parte, al igual que el uruguayo Sebastián Abreu, de flojo desempeño.

Pese a estos contratiempos, River apareció como un equipo más ordenado, que siempre supo a qué jugaba frente a un adversario anímicamente golpeado y sumamente previsible.

Así los muchachos del "Cholo" acercaron peligro hasta el arco de Orión en dos ocasiones y San Lorenzo tuvo una clara a los 17 minutos, que Juan Pablo Carrizo, de muy buena tarea, se encargó de conjurar.

A los 27 y cuando el partido hacía "la plancha", Falcao García le ganó a Tula en el área y con un cabezazo transformó en gol el córner que ejecutó Abelairas desde la derecha.

A esta altura y sin D´Alessandro, San Lorenzo lateralizaba demasiado el juego y apostaba de manera terminante a los centros, aunque una y otra vez chocó contra el muy buen trabajo de la última línea de River.

En el complemento, la visita intentó reaccionar pero rápidamente a los 9 minutos Abelairas selló el resultado final con un toque sutil ante la salida del arquero Orión.

El segundo gol terminó por enterrar las ilusiones de Díaz, que de todos modos intentó una tibia reacción y dispuso los ingresos de Adrián González por Tula y Bernardo Romeo por Bergessio cuando faltaba media hora por jugarse.

Pese a que González se hizo eje de su equipo y San Lorenzo aparecía algo más ordenado, su trabajo se repetía como un tape de televisión.

Ante esa realidad, empezó a bajar un murmullo desde la tribuna visitante que para un hombre que respira fútbol como el "Pelado" no pasó desapercibido.

Al final, el equipo de Boedo no salió de perdedor. Jugó tres en el Clausura y perdió los tres, con cinco goles en contra y ninguno a favor.

Invirtió una millonada para reforzar un plantel en el año de su Centenario, con el objetivo de pavonearse por la punta de la tabla y la realidad indica que se arrastra sin pena ni gloria por el último lugar.

Para colmo de males, el sábado próximo deberá vérselas con el entonado Estudiantes, que llega puntero e invicto y con un promedio de tres goles por partido, lo que es todo un problema.

Para el River de Simeone el resultado le permite trabajar y seguir creciendo, aunque en la semana deberá soportar un duro escollo coomo es el América de México, por la Copa Libertadores, equipo que seguramente le hará más fuerza que la que le hicieron los muchachos de Ramón.

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