Sobre el final, el Rojo volvió al triunfo
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En el contexto de un juego malo y con pocas emociones, la visita ocupó mejor los espacios en la cancha, tuvo mejor trato de pelota y buscó el gol con sus armas, por cierto, inofensivas.
Es que tanto el colombiano Marco Pérez como José Vizcarra, que perdió la mejor ocasión de gol en el primer tiempo, conformaron una dupla muy "liviana" para vulnerar el arco adversario.
Independiente mostró actitud ofensiva pero demasiado desorden. Ignacio Piatti, maltrado por el público visitante que recordó su polémica salida del club platense, fracasó por completo en la tarea de nexo entre la línea media y la ofensiva.
Entonces, Darío Gandín y Andrés Silvera, los delanteros preferidos del "Tolo" Gallego, fueron espectadores de un partido que se encaminaba hacia un empate en cero.
Gimnasia había intentado en el segundo tiempo con tres tiros desde afuera del área (dos de Luciando Aued y otro de Juan Cuevas), todos insuficientes para sorprender a Adrián Gabbarini.
Independiente, sin variar su rendimiento pese a los cambios, parecía condenado al primer sinsabor en el Libertadores de América pero una pelota parada transformó la desazón en delirio.
"Patito" Rodríguez ejecutó un córner desde la izquierda, Sessa dudó en quedarse o salir a cortar el centro y Tuzzio encontró el espacio justo para sellar el triunfo con un cabezazo.
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