1 de diciembre 2019 - 19:24

A 25 años de ser campeón mundial, Vélez tuvo su noche perfecta en Liniers

Venció 3-1 a Colón y cortó una racha de cuatro partidos sin victorias ni goles. Además, homenajeó a los campeones intercontinentales de 1994 y despidió a Fabián Cubero, el futbolistas que más partidos vistió la V azulada en el pecho.

En una fecha especial, Vélez recuperó la memoria, celebró los 25 años del campeonato del mundo, y despidió a su capitán con un triunfo ante Colón.

Prensa Superliga

En medio de un marco por demás emotivo debido a que seguramente Fabián Cubero disputó sus últimos minutos en Liniers, Vélez Sarsfield se impuso a un inexpresivo Colón de Santa Fe por 3 a 1, al cabo de un interesante encuentro disputado en el estadio "José Amalfitani", en el marco de la decimoquinta jornada de la Superliga.

Thiago Almada, a los 21 minutos del primer tiempo, inauguró el marcador para el conjunto de Gabriel Heinze, en tanto que Leandro Fernández, a los 25 del mismo período, aumentó la diferencia a favor del dueño de casa. Christian Bernardi, a los 38 de la etapa inicial, descontó para el "Sabalero".

Ya en el complemento, Nicolás Domínguez, a los 7 minutos, colocó las cifras definitivas al marcador.

El conmovedor homenaje que la dirigencia velezana le tributó antes del cotejo a quienes se consagraron campeones del mundo venciendo al Milan en Tokio hace veinticinco años, encontró rápida continuidad en el magnífico rendimiento del equipo.

El conjunto de la V azulada recuperó el estupendo nivel que tuvo al comienzo del certamen y literalmente borró de la cancha a un "Sabalero" tan huérfano de fútbol como de espíritu combativo.

Con actuaciones individuales que rozaron la perfección, el local consiguió dominar de punta a punta un desarrollo que siempre le fue favorable.

El reverdecido buen pie de Fernando Gago, la habitual jerarquía de Lautaro Gianetti, la ubicuidad de Gastón Giménez, la peligrosidad de Leandro Fernández y el atrevimiento del juvenil Almada, resultaron una cuesta demasiado empinada para un visitante que luego de perder la final de la Copa Sudamericana parece inmerso en un interminable letargo del que no logra emerger.

Un hermoso remate del citado Almada desde fuera del área y una certera definición de Fernández tras majestuosa maniobra colectiva, le estaba otorgando al dueño de casa una diferencia acorde a la absoluta falta de equivalencias del trámite que ni siquiera el descontextualizado descuento de Bernardi, tras gran asistencia del veterano Luis Rodríguez, alcanzó a ensombrecer.

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El complemento mostró una versión potenciada del dueño de casa que no pareció sentir los efectos de la presión ejercida en la primera mitad, a juzgar por las reservas aeróbicas que mostró la formación de Gabriel Heinze hasta la misma culminación del match.

Una buena definición de Nicolás Fernández, después de otra gran jugada de ataque, le quitó incertidumbre a un resultado con final cantado, debido a la total desproporción de fuerzas entre una y otra formación.

Sobre el final y ante semejante superioridad los simpatizantes locales clamaron por el ingreso de Cubero, quien al borde de los 41 años se dio el gusto de recibir la cinta de capitán por parte de Gianetti, además de la ovación del público presente tras 23 años de trayectoria y 633 partidos en la institución.

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