2 de noviembre 2020 - 00:00

Tras dos años de caída, la actividad metalúrgica creció en septiembre

También aumentó el uso de la capacidad instalada. La producción del sector ya alcanzó los niveles previos a la pandemia.

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Para muchos sectores de la industria la crisis del coronavirus vino a sumarse a caídas que ya eran pronunciadas desde el 2018. Es toda una incógnita cómo responderán esas actividades al rebote esperado para la pospandemia. En este sentido, el sector metalúrgico dio en septiembre la primera señal positiva. Luego de veintiocho meses consecutivos de contracción, presentó un alza interanual del 0,5%, según el informe que elabora la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). La capacidad instalada también mostró mejoras y las expectativas de los empresarios para el último trimestre del año son favorables.

Los rubros que explicaron, principalmente, el repunte fueron maquinaria agrícola que tuvo un alza del 24,5% y carrocerías y remolques que creció 9,5%. En rigor, las actividades vinculadas a la agroindustria en su conjunto crecieron un 9,4% promoviendo la recuperación. “Se visualiza una consolidación del crecimiento de estos rubros, aunque continúa el interrogante si podrán sostener el repunte”, señaló a Ámbito Tomás Canosa, economista, director de Estudios Económicos de ADIMRA.

El desafío está planteado aún para sectores estratégicos que permanecen con caídas: bienes de capital que mostró un derrumbe del 9,1% y fundición que disminuyó su actividad un 4,4%. También continúan en pendiente las autopartes, aunque con panorama de mejora para octubre de acuerdo a los reportes de las terminales, y los metales vinculados a la producción de petróleo y gas, que se desplomaron un 14,6%.

El relevamiento de ADIMRA también muestra una variación positiva en cuanto a la utilización de la capacidad instalada. Ascendió en septiembre de este año al 53,1% y se ubicó tres puntos porcentuales por encima del registro del mismo mes del 2019. Del mismo modo, este índice ya representa valores superiores a exhibidos en los meses previos a la pandemia.

Para Canosa las posibilidades de que el repunte se sostenga, dependerán de la estabilidad macroeconómica: “La política productiva y sectorial es indispensable, pero se necesita una macro ordenada. El futuro del sector dependerá de cómo se acomoden el dólar, la brecha y todas las variables que se ponen en juego”. En este sentido, recalcó que “una devaluación en el corto plazo siempre es contractiva porque aumentan los precios y baja la demanda interna. No se puede esperar que en el corto plazo una devaluación redunde en un aumento de la producción”.

El nivel de empleo mantuvo una tendencia contractiva, aunque la variación negativa fue solo del 1,1% interanual. Mientras que en el acumulado de los primeros nueve meses del año fue del -2,2%. En este sentido, el tercer trimestre de 2020 mostró una mejora en la evolución con respecto al primer semestre del año. Disminuyó el porcentaje de empresas que redujeron su nivel de empleo y aumentó la cantidad de firmas que agrandaron su plantilla.

El estudio elaborado por la cámara empresarial sigue evidenciando que, a nivel regional, la recuperación es heterogénea. Se observan caídas muy marcadas en Mendoza, Córdoba y el conurbano de Buenos Aires. Mientras que, por el contrario, Santa Fe muestra un repunte del 5,9% y Entre Ríos del 3,3%.

Por último, el informe de ADIMRA señala que a pesar del escenario de incertidumbre cambiaria y los brotes de coronavirus en el interior del país, los empresarios continúan con la expectativa de que el último trimestre del año sea positivo. El 34% prevé un aumento en su producción mientras que solo el 26% espera una caída.

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