19 de junio 2007 - 00:00

Banco de Santa Cruz se queda con 25% de YPF

Trascendió ayer que se cerró en las últimas horas la operación de venta de 25% de YPF al grupo que encabeza Enrique Eskenazi. Este tiene entre sus activos al Banco de Santa Cruz, al que accedió durante la gestión de Néstor Kirchner como gobernador de esa provincia. El anuncio formal se hará en no más de 20 días y desde el gobierno nacional se lo pretende mostrar -con intención electoralista- como el retorno de la petrolera a capitales argentinos. La transacción se habría pactado en u$s 3.000 millones, de los cuales solamente u$s 300 millones se aportarían en el acto de firma de la operación. Por los otros u$s 2.700 millones se está convocando a bancos locales para que lo financien contra la garantía de ese 25% de las acciones de YPF. Ya hay ejecutivos del grupo Eskenazi -y se sumarían funcionarios- esta semana en Madrid para ir ultimando los detalles que restan acordar. Enrique Eskenazi sería designado presidente de YPF. La operación genera fuertes expectativas en los mercados, pero seguramente será objetada inmediatamente por la oposición, puntualmente apuntando al origen de los fondos de Eskenazi.

Banco de Santa Cruz se queda con 25% de YPF
El gobierno no esperará dos meses para anunciar la venta de 25% de las acciones de YPF al grupo Eskenazi. En no más de 20 días, cuando terminen los últimos tramos de la negociación que el presidente de ese grupo, Enrique Eskenazi, viene desarrollando en Madrid, desde la Casa Rosada confirmarán que la operación está cerrada y que ese empresario, muy cercano al gobierno, será dueño de 25% de la petrolera.

Los últimos dos datos que se necesitaban en el gobierno para terminar de diseñar y avalar la compra, llegaron este fin de semana desde la dirección de Repsol: Eskenazi será el presidente de YPF con poderes semiplenos para discutir y tomar decisiones con el Ejecutivo en cuestiones clave como exploración, producción y distribución de combustibles. En otras palabras, diseñará la forma en que se manejará el mercado petrolero, condición indispensable para que en el gobierno se avale el cierre de la operación y ante la cual desde Madrid no se puso ninguna objeción. Otro dato que llegó a Buenos Aires el viernes es que el titular del Banco de Santa Fe contará obviamente con un sillón en el directorio de Repsol en Madrid. Ello había sido pedido oficialmente hace unos meses, pero el presidente de la compañía, Antoni Brufau, y el embajador Estrella se oponían. Finalmente, terminaron avalando el pedido. Eskenazi terminó de negociar la operación en las últimas 72 horas, y desde esta semana enviados del empresario y del gobierno argentino estarán en Madrid para revisar documentación y números de Repsol a nivel mundial, en especial en América latina.

También con el gobierno comenzarán a trabajar durante 10 días en un capítulo central: ¿cómo presentar en la sociedad la compra, y que ésta no provoque sospechas? Trascendió que el grupo Eskenazi pagará u$s 250 millones en el momento de concretar la compra, más otros u$s 50 millones en los 45 días posteriores, para concretar el pago de los u$s 300 millones correspondientes a 10% de los u$s 3.000 millones por la operación total. Aseguran oficialmente que el grupo empresario no tiene dificultades para mostrar que cuenta con estos activos y que los últimos balances, de las empresas que lo forman y sus números personales, los avalan.

  • Investigación

  • El problema, reconocían ayer en la Casa Rosada, radica en la explicación sobre cómo se obtendrán los u$s 2.700 millones del resto de la operación. Descuentan que muchos sectores, especialmente el ARI de Elisa Carrió y el radicalismo que acompaña al jujeño Gerardo Morales, están ya trabajando desde hace varias semanas en la investigación de la misma, especialmente en los vínculos con Néstor Kirchner cuando éste era gobernador de Santa Cruz. De hecho, Fabiana Ríos, diputada del ARI y sorpresa en las elecciones a gobernador del domingo en Tierra del Fuego (ingresó al ballottage contra el candidato oficial Hugo Cóccaro), había realizado hace unos meses un informe sobre el grupo Eskenazi titulado «La distribución de la Obra Pública - Clientelismo o política de Estado».

    La explicación inicial que se está diseñando desde la Casa de Gobierno es que los u$s 2.700 millones provendrán de una «ingeniería financiera» en la que participará una gran cantidad de bancos locales y extranjeros que aportarán fondos contra la garantía de las mismas acciones de 25% de YPF. El pago a Repsol se haría de manera escalonada, acompañando incluso el crecimiento en la valorización que, descartan, tendrán las acciones en los diferentes mercados de capitales donde cotiza. Aun así se reconoce que la presentación de la operación no termina de cerrar. El próximo paso sería entonces introducir a varios de los bancos y entidades financieras que aportarán fondos, como algo similar a un socio.

  • Interrogante

    La pregunta que aún no tiene respuesta para cuando la operación se haga oficial y pública es por qué otros grupos empresarios locales incluso con mayor capacidad financiera que los Eskenazi, y que manifestaron interés en la ingresar en la compra, quedaron fuera.

    El futuro comprador administra el Grupo Petersen formado por la constructora Petersen, Thiele & Cruz (fundado en 1918) y luego se expandió en el sector financiero, comprando el Banco de Santa Cruz, el de Santa Fe y el San Juan. La relación entre Kirchner y Eskenazi nació en realidad en Santa Cruz en 1996, cuando el empresario, ex Bunge & Born, adquirió la entidad financiera y se garantizó que manejaría las cuentas de los empleados públicos de la provincia para el pago de sueldos y jubilaciones, además de haber asegurado el manejo de los fondos que se giraron al exterior.
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