Las evidencias de ruedas anteriores se corporizaron en los índices que abrieron la semana y donde la recorrida triunfal de las tropas por los puntos neurálgicos de Irak, dejó en los paneles bursátiles parecidas dificultades de reacción, como cuando lo bélico se complicaba.
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En la columna respectiva, se tiene una visión de lo sucedido en el Norte, pero nos quedamos con ese mínimo desplazamiento del Dow, para cotejarlo con los sucesos en nuestro recinto. El Bovespa apuntó a algo más, sin demasiada enjundia, mientras que los Merval se arrastraron por la jornada y viendo un nivel de resistencia en sus máximos, que llegaron a «576» puntos, como para detener en un derrape hasta tocar fondo en los mínimos junto con el cierre. Solamente «567» puntos, generando una leve baja sobre lo anterior. Pero, lo que causa efecto más indeseado, es notar que cuando se intenta no se puede, apareciendo raleo de órdenes tomadoras: al ensayarse un avance sobre las posiciones.
Como abriendo el recinto «a reglamento», los operadores ven pasar las horas sin poseer una idea clara del trasfondo. No llegan las señales de «arrastre» desde el exterior, así que en ruedas como la de ayer, todo se sintetiza en ambiente local, a quien lo envuelve un tufillo a elecciones argentinas que pone el grito de alerta. El volumen se repartió entre los $ 30 millones para certificados y $ 20 millones para acciones. El Merval bajando 0,21%, el Burcap subiendo 0,35%, conformando un reinicio semanal donde los mercados advierten que: «tomar Bagdad, no lo es todo».
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