18 de julio 2006 - 00:00

Bueno: industria creció fuerte (8,9%) en junio

La economía sigue mostrando señales de que se crece a un muy buen ritmo. Está claro que hay un contexto internacional que pese a subas de tasas, del petróleo y conflictos, ayuda a que esto suceda. Por caso hay que considerar que el mundo en conjunto pasó de crecer 2,5% en 2001 a casi 5% este año. Estados Unidos, la principal economía, más que triplicó su tasa de crecimiento y de 1% está ahora en 3,5%. Lo difícil sería ahora no crecer. Hay factores estrictamente domésticos, es cierto, que permiten aprovechar esta bonanza. El principal, y el gobierno lo tiene internalizado, es el superávit primario. El Banco Central también está actuando correctamente. ¿Hay señales de desaceleración? Si se toma en cuenta que en 2005 el PBI aumentó 9,2% y este año lo hará poco menos de 8%, sí se puede decir que las hay. No son alarmantes pero factores como la falta de una fuerte inversión extranjera juegan su rol en ello. De hecho cualquier previsión razonable para anticipar lo que sucederá en 2007 se hace contemplando un incremento de poco más de 6%. Puntualmente ayer fue positivo el dato de la actividad industrial, cuando el mercado esperaba sólo aumento de 7,5%.

La actividad industrial medida por el INDEC mes a mesmuestra elevados porcentajes de incremento. Si bien sonmenores que el PBI en general, reflejan el positivo momentoque atraviesan sectores como el automotor.
La actividad industrial medida por el INDEC mes a mes muestra elevados porcentajes de incremento. Si bien son menores que el PBI en general, reflejan el positivo momento que atraviesan sectores como el automotor.
La producción industrial creció más que lo esperado en junio. En términos interanuales, la variación llegó a 8,9% contra 7,5% que esperaban los economistas en sondeos previos.

La cifra oficial respecto de la evolución del Estimador Mensual Industrial (EMI) la dará a conocer oficialmente hoy el INDEC y confirmaría un incremento significativo de la actividad fabril.

El dato será utilizado por el gobierno para sostener que la economía está lejos de desacelerarse, como vienen advirtiendo distintos analistas. No obstante, la tendencia de mediano plazo (más allá del dato puntual que se publicará hoy) muestra que el nivel de crecimiento de este año se ubicará más cerca de 7,5% u 8% anual que de 9,2% registrado el año pasado.

En cuanto a la situación de la industria, hay dos componentes claves que empujan a la actividad: la fabricación de autos (alentada por el consumo interno y la exportación) y los despachos de cemento, ante la fuerte suba de la construcción.

Una de las preocupaciones que existen en el sector privado por el alto crecimiento es que, al mismo tiempo, generan presiones inflacionarias. Esto se debe a que el crecimiento de la demanda no es correspondido por un incremento similar en el nivel de inversiones.

El pronóstico del Ministerio de Economía sigue apuntando a que el PBI este año crecerá 6%, pero claramente esa previsión ya fue superada.

  • Firmeza

    Por otra parte, mañana el INDEC dará a conocer el dato del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que exhibiría una suba en mayo superior a 8%. Ello muestra que la expansión de la economía sigue firme, aunque ya no en niveles de tasas «asiáticas» de los últimos tres años.

    Uno de los temas que se siguencon más atención es la evolución de la inversión, ya que de esta variable dependerá la posibilidad de sostener niveles altos de incremento del PBI. Luego de un primer trimestre muy flojo, en abril y en mayo se registró una recuperación significativa. Pero en junio, según los datos preliminares, se verificó nuevamente una meseta. Esto surge del dato (aún no divulgado) de importaciones de bienes de capital, que fueron más bajas que lo esperado.

    La situación de los mercados internacionales no parece haber afectado por ahora a la marcha de la actividad. Con un dólar estable y tasas de interés que continúen en niveles relativamente bajos (en depósitos, pero también en lo que respecta a créditos), no hay por el momento un contagio de lo que ocurre en el sector financiero con la economía real.

    Los altos niveles de crecimiento son claves, además, para mantener el incremento superior a 25% de la recaudación y de esta manera conseguir que el superávit fiscal se mantenga por encima de 3% del PBI. Se trata de un aspecto que siguen sobre todo quienes tienen posiciones en títulos públicos, ya que un alto nivel de ahorro fiscal implica mayor capacidad para hacer frente al pago de la deuda.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar