Bueno: industria creció fuerte (8,9%) en junio
La economía sigue mostrando señales de que se crece a un muy buen ritmo. Está claro que hay un contexto internacional que pese a subas de tasas, del petróleo y conflictos, ayuda a que esto suceda. Por caso hay que considerar que el mundo en conjunto pasó de crecer 2,5% en 2001 a casi 5% este año. Estados Unidos, la principal economía, más que triplicó su tasa de crecimiento y de 1% está ahora en 3,5%. Lo difícil sería ahora no crecer. Hay factores estrictamente domésticos, es cierto, que permiten aprovechar esta bonanza. El principal, y el gobierno lo tiene internalizado, es el superávit primario. El Banco Central también está actuando correctamente. ¿Hay señales de desaceleración? Si se toma en cuenta que en 2005 el PBI aumentó 9,2% y este año lo hará poco menos de 8%, sí se puede decir que las hay. No son alarmantes pero factores como la falta de una fuerte inversión extranjera juegan su rol en ello. De hecho cualquier previsión razonable para anticipar lo que sucederá en 2007 se hace contemplando un incremento de poco más de 6%. Puntualmente ayer fue positivo el dato de la actividad industrial, cuando el mercado esperaba sólo aumento de 7,5%.
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El pronóstico del Ministerio de Economía sigue apuntando a que el PBI este año crecerá 6%, pero claramente esa previsión ya fue superada.
Por otra parte, mañana el INDEC dará a conocer el dato del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que exhibiría una suba en mayo superior a 8%. Ello muestra que la expansión de la economía sigue firme, aunque ya no en niveles de tasas «asiáticas» de los últimos tres años.
Uno de los temas que se siguencon más atención es la evolución de la inversión, ya que de esta variable dependerá la posibilidad de sostener niveles altos de incremento del PBI. Luego de un primer trimestre muy flojo, en abril y en mayo se registró una recuperación significativa. Pero en junio, según los datos preliminares, se verificó nuevamente una meseta. Esto surge del dato (aún no divulgado) de importaciones de bienes de capital, que fueron más bajas que lo esperado.
La situación de los mercados internacionales no parece haber afectado por ahora a la marcha de la actividad. Con un dólar estable y tasas de interés que continúen en niveles relativamente bajos (en depósitos, pero también en lo que respecta a créditos), no hay por el momento un contagio de lo que ocurre en el sector financiero con la economía real.
Los altos niveles de crecimiento son claves, además, para mantener el incremento superior a 25% de la recaudación y de esta manera conseguir que el superávit fiscal se mantenga por encima de 3% del PBI. Se trata de un aspecto que siguen sobre todo quienes tienen posiciones en títulos públicos, ya que un alto nivel de ahorro fiscal implica mayor capacidad para hacer frente al pago de la deuda.
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