Cristina salió a defender los índices del INDEC ante empresarios en EEUU
Singular el método que eligió Cristina de Kirchner (foto) para anunciar el retorno a los mercados en los Estados Unidos. En un largo discurso ayer ante empresarios y funcionarios de ese país (entre ellos, la ministra de Trabajo y el subsecretario Tom Shannon), defendió los extravagantes índices del INDEC. Desafió a los empresarios a que se entrevisten con los técnicos de Guillermo Moreno para que les demuestren que esos números oficiales acerca de empleo, inflación, pobreza, etcétera son ciertos. Descalificó el debate mismo al decir que en muchos países los índices oficiales son distintos a la sensación del público sobre la suba de precios. Entusiasmada, volvió a las ironías sobre las crisis financieras de sus anfitriones cuando le preguntaron si su gobierno tenía un plan B para la crisis. "Ustedes y Europa necesitan un plan B". Poco serio.
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Su visita al Council of the Americas había comenzado con un encuentro con Tom Shannon, el subsecretario para el Hemisferio Occidental de la Secretaría de Estado, junto a algunos de los empresarios argentinos que la acompañan en Nueva York. En un pequeño salón junto al gran lobby del Waldorf Astoria la rodearon Luis Rivaya del Banco Galicia; Jorge Brito, del Macro; Gerardo Werthein, Eduardo Eurnekian, Eduardo Elztein de IRSA, Santiago Soldati, Estela de Carlotto y los estadounidenses Shannon, Brian O'Neill, el segundo del Tesoro estadounidense que el miércoles se reunió con el ministro de Economía Carlos Fernández y Susan Segal, la presidente de American Society, quien durante todo el evento trató a Cristina de Kirchner de «amiga» cuando estuvo encargada de presentarla y despedirla al fin del almuerzo.
El gobierno de George Bush, a pesar de las continuas alusiones de la Presidente al salvataje de mercados y la injerencia en las economías latinoamericanas, la rodeó ayer durante la presentación. En la mesa principal se ubicaron Cristina de Kirchner junto a Elaine Chao, la secretaria de Trabajo del actual gobierno que, al mismo tiempo, es la esposa del líder de los republicanos en el Senado, el senador por Kentucky Mitch McConnell. Durante la comida, la Presidente sólo tuvo tiempo para hablar -traductor de por mediocon Chao, a quien conoce de Buenos Aires: ella fue la enviada de Bush a la asunción presidencial en diciembre pasado.
A Néstor Kirchner, en la misma mesa, le tocó otro trabajo: mantener entretenido a Shannon, sentado a su lado, que en los últimos días volvió a intentar calmar la tormenta entre Washington y Buenos Aires por las declaraciones de Guido Antonini Wilson en Miami.
En sus explicaciones Cristina de Kirchner defendió el canje de deuda y criticó también a quienes habían comprado deuda a tasas « incomparables con el resto del mundo» y luego protestaron por el default: «Hay fuertes posibilidades de que si alguien paga tanto haya riesgo de no devolverlo. La Argentina reconoció más de lo que la Enron les reconoció a sus acreedores», dijo.
Desde una mesa, en voz baja, le recordaron que la diferencia es que Enron no existe más.
También volvió a explicar la decisión de pagarle al Club de París y la oferta de los tres bancos a los bonistas y la estrategia de manejo de pasivos que «garantizará los pagos en 2009 y 2010».
Inclusive hasta teorizó sobre el «New Deal» del presidente Roosevelt, a quien alabó: «Alguien muy impor tante me dijo que no había sido el 'New Deal' lo que hizo grande a los Estados Unidos, que había sido la guerra. Yo no lo creo».
Y sobre la crisis financiera de Wall Street: «El dinero se gana, no se produce. Esta es la génesis del problema: creyeron que podían producir dinero independizándolode la producción de bienes y servicios. Este es tiempo de la economía real. Para cuando llegue esa época, que va a llegar, la Argentina es un buen lugar para invertir», le dijo a los presentes, muchos de los cuales están hoy en empresas que se mueven al ritmo de la crisis.
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