3 de septiembre 2010 - 20:54

Dato clave para mercados: se perdieron menos empleos de lo previsto en EEUU

El mercado laboral, un punto débil de la economía estadounidense.
El mercado laboral, un punto débil de la economía estadounidense.
Las cifras de empleo en Estados Unidos conocidas el viernes entregan algo de tranquilidad.

La creación de 67.000 empleos en el sector privado durante agosto y las positivas revisiones de los meses previos deberían disipar por ahora los temores de una nueva caída económica. Con sólo un reporte de empleos más antes de las elecciones legislativas de noviembre, las últimas cifras ofrecen un rayo de esperanza para los demócratas.

El aumento del empleo privado, junto con un sorpresivo declive de 323.000 en el número de desempleados de largo plazo, debería ser tranquilizador para los desocupados y para quienes temen perder sus empleos.

Eso pese al hecho de que el término del empleo temporal del censo llevó a una pérdida general de puestos durante agosto.

Dicho eso, la recuperación es menos que vigorosa, a pesar de lo que afirmen los demócratas. Tras la última recesión comparable de 1983, la creación mensual de empleo fue en promedio de 288.000.

En lo que va del 2010, la generación de empleo ha promediado menos de un tercio de esa cifra e incluso en meses recientes ha sido negativa. Eso no es suficiente para lograr ni siquiera una modesta mella en el desempleo.

La población civil no institucional mayor a 16 años se ha incrementado en 2 millones desde agosto pasado. Cerca de un 65 por ciento de los estadounidenses participan en la fuerza de trabajo, por lo que los 723.000 empleos creados desde diciembre pasado son insuficientes para absorber a los nuevos trabajadores.

Aunque hubo un modesto incremento de 0,8 puntos porcentuales en el índice manufacturero de agosto elaborado por el Instituto de Gerencia y Abastecimiento, el declive de 2,8 puntos porcentuales en su índice no manufacturero también indica que la recuperación económica sigue siendo floja -aunque aquí hasta ahora no hay un signo de una nueva recesión.

Los datos del empleo de agosto lo confirman: la mayor parte del alza en el empleo del sector privado estuvo en los servicios de salud, mientras que el empleo manufacturero bajó, revirtiendo el incremento del mes pasado.

En el corto plazo, el cuadro de empleo ha mejorado ligeramente y los temores de una nueva caída han disminuido. Pero aún no hay mucho donde poner optimismo a largo plazo.

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