10 de enero 2003 - 00:00

Deuda argentina rinde 17% aun con una quita de 70%

Deuda argentina rinde 17% aun con una quita de 70%










Los títulos públicos argentinos, aún con una quita de 70% que se estima que surgirá de la reestructuración de la deuda, otorgan un rendimiento de hasta 17 por ciento anual en dólares. Esto porque los papeles de la deuda se encuentran a niveles de entre 17 por ciento y 22 por ciento de su valor nominal -ya descontaron en sus precios que será profundo el recorte a aplicar-por lo que son una alternativa que los principales analistas siguen de cerca para tratar de anticipar si puede ser o no una buena inversión.

Mucho consideran que el camino hacia una reestructuración de la deuda parece comenzar a tomar forma a partir de un acercamiento con el FMI, hecho que se suma a la elección del asesor financiero, cuyo nombre el Ministerio de Economía daría a conocer a principios del próximo mes. De todas maneras, está claro que será el próximo gobierno el que realice todos los contactos con acreedores
.

En el caso más extremo, es decir con una quita de 70 por ciento del valor nominal, el Global 2008 -el bono de mayor liquidez de los que actualmente se encuentran en default-rinde 17,7 por ciento anual, mientras que el 2018 otorga una retorno de 16,3 por ciento, según un trabajo realizado por la Sociedad de Bolsa Puente Hnos. Son cifras superiores a las de bonos de otros países latinoamericanos que no están en default. Por ejemplo, el Global 2020 de Brasil otorga un retorno de 16 por ciento anual y el 2027 de Colombia 12 por ciento anual. Claro que pesa en las decisiones el hecho de que la Argentina sigue «empapelando» el mercado emitiendo BODEN y otro tipo de deuda, por lo que se puede llegar a suponer que ese 70% puede ser poco tomando en cuenta la capacidad de pago del país.

Suponiendo una quita menos extrema, en torno a 50 por ciento, las rentabilidades de los bonos argentinos aumentan y se ubican entre 21 por ciento y 32 por ciento anual. Del mismo modo, con un descuento del capital de 40 por ciento se puede lograr un retorno de hasta 37,40% anual.

Como consecuencia de la crisis, hoy la curva de rendimiento de los títulos argentinos está invertida. Es decir, a plazos más cortos corresponde mayor riesgo. Esto es característico de países en crisis o, como en el caso de la Argentina, de naciones que cayeron en default. La idea por detrás de ello es que la mayor incertidumbre se concentra en el corto plazo, y en ello tienen que ver no sólo cuestiones económicas sino también políticas, en este caso las elecciones presidenciales.

Precisamente, este último aspecto fue resaltado por un reciente informe del JP Morgan en que se consideran a los próximos comicios presidenciales como una de las razones que podrían generar más incertidumbre en los mercados y por lo tanto gatillar nuevas bajas en los ya de por sí castigados bonos.


•Reestructuración

La deuda externa argentina actualmente se ubica en torno de los 147.000 millones de dólares. De este monto 80 por ciento está compuesto por bonos, de los cuales a excepción de los BODEN que surgieron como alternativa de canje por los depósitos atrapados en el «corralito» y los préstamos garantizados, el resto está en cesación de pagos.

En el mercado se especula con la que la Argentina se dirige hacia una reestructuración de la deuda «con quitas en torno a 50%, sumado a un alargamiento de plazos y baja de tasas hasta niveles acordes a los estándares internacionales», según estimó Freddy Vieytes, analista de Puente Hnos.

Sin embargo, semanas atrás, el presidente del Banco Central, Alfonso Prat-Gay, durante su alocución ante la Comisión de Acuerdos del Senado, se mostró contrario a una quita de capital, y en cambio dio a entender que optaría por simplemente bajar tasas y alargar los vencimientos. Es lo mismo: calculando el valor actual neto de los títulos surge la quita
. Además, introdujo una alternativa hasta el momento con escasos precedentes a nivel mundial, la de atar el precio del bono a la evolución de una serie de indicadores sobre la marcha de la economía.

No obstante ello, el propio Prat-Gay fue quien se encargó de aclarar que la renegociación con los acreedores privados pertenece a la órbita del Ministerio de Economía. «El Banco Central es solamente el agente financiero del gobierno», resaltó en aquella oportunidad el ex economista del JP Morgan.

Lo cierto es que la renegociación parece estar tomando forma. El 9 de diciembre pasado se realizó la apertura de los sobres con las ofertas de siete entidades financieras internacionales para asesorar al gobierno en este proceso y actualmente el Comité de Evaluación del Ministerio de Economía está estudiando las diferentes propuestas técnicas.
Se estima que este proceso concluirá la semana que viene con la preselección de los tres mejores candidatos, momento a partir del cual se comenzarán a evaluar las ofertas económicas del grupo reducido. Las entidades que se presentaron fueron el Bank of America junto a el Rothschild, Wall Street Securities con el Wall Street Bank, Lazard Freres, Credit Lyon-nais Securities, Morgan Stanley, UBS Warburg y Dresdner Bank.

El antecedente más importante de reestructuración de la deuda es el caso de Rusia en 1999. En aquella oportunidad se acordó una quita promedio de 40% del valor nominal de los bonos, junto a una baja de tasas y un alargamiento de plazos. Un año después, en 2000, fue Ecuador quien se vio forzado a reprogramar los vencimientos de sus títulos junto a un descuento de 35% promedio en el precio de lámina de los bonos.

No obstante ello, el informe realizado por el JP Morgan arroja un pronóstico poco alentador para el caso argentino. En éste se estima que «la reestructuración de la deuda argentina será mucho más complicada que la que llevaron a cabo otros países en años recientes», a la vez que se pronostica que la quita será superior a la que se realizó en otras reestructuraciones.

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