12 de junio 2007 - 00:00

Día que se fue diluyendo solo

Día que se fue diluyendo solo
En verdad, no existieron ni mensajes preocupantes de la Fed ni indicadores por darse a conocer (recién para el fin de semana se sabrá de ello) y, salvo que el precio del petróleo tuvo otro repunte, se transitó por un camino similar a lo que había quedado desde el viernes.

China y su mercado de Shanghai habían abierto el juego, en la madrugada nuestra, con otra muestra del entusiasmo que todavía impera y más de 2% de aumento. Pero la tarde del principal referente, el Dow Jones, se fue sin pena ni gloria y dedicándose a «matar» cualquier intento por forzar al índice.

En blanco desde el Norte, lo que se distribuyó por nuestra región encontró algunos recintos con cierto principio de aumentos.

Como el Bovespa y su porcentual final de 0,85 por ciento de alza. Al arribar a la última de las Bolsas -no sólo por lo austral-, se fue derritiendo el signo alcista.

Un Merval que debió hacer piso en los 2.158 puntos, surcando por máximo de 2.178 unidades y finalizando muy desvaído, sin energía en absoluto, hasta perforar el cierre del viernes y quedando con 2.162 puntos y un retroceso de 0,33 por ciento.

  • Ritmo menor

    Una primera fecha a la que no se le pueden hallar señales de casi nada -en el exterior y aquí, por lo que habrá que aguardar si la niebla que cubrió los desarrollos de lunes tiende a levantarse a partir de hoy.

    Como las expectativas respecto de ratios sobre inflación en Estados Unidos recién se aguardan para las dos últimas jornadas, tampoco deberá extrañar que la monotonía prevalezca. Aunque ciertos retoques de tasas sobre bonos no hayan resultado buena señal de ayer.

    El volumen local no pasó de $ 63 millones de efectivo, con notables $ 140 millones en "cauciones". Poco para ver entre las líderes, donde destacó más la baja de G. Galicia con casi 1%, por su peso en el ponderado. Sin detonantes, fue una rueda que se empalideció sola y no dejó nada. La Bolsa, durmiendo.
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