Periodista: En Jackson Hole, la FED bendijo el comienzo de la baja de tasas. Los mercados lo tomaron bien, pero sin euforia. Se cierra el capítulo de la suba de tasas, que supo ser muy agresivo. No quedan cuentas pendientes. La FED declaró su confianza creciente en la suerte de su pulseada contra la inflación. De aquí en adelante, la dirección es una sola. Todo para abajo. ¿O no?
Diálogos de Wall Street
La FED expresó su voluntad de empezar el recorte de tasas y la Bolsa, que tanto esperó la noticia, no festeja sobremanera. ¿Qué pasó? ¿Puede haber gato encerrado, Gekko?
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A 23 años, ¿qué lecciones dejó el 11-S para los mercados?
Gordon Gekko: Sí, ese es el mensaje oficial. Lo apuntó Jay Powell primero. Lo repitió Mary Daly, de la FED de San Francisco. “Sabemos una sola cosa, dijo, la dirección de las tasas es hacia abajo”.
P.: Powell habló de una dirección clara de viaje. No de una baja solitaria para ver después cómo sigue la película. Convalidó así las expectativas de una seguidilla de recortes de tasa.
G.G.: Sí, aunque no definió su magnitud. Pero puso en el atril una nueva partitura. La música, de ahora en más, será diferente. La melodía, y no una nota individual.
P.: ¿No se justificaba un festejo mayor? Nadie diría, mirando el S&P 500, que lo que dijo Powell es muy importante. El índice cotiza a los mismos precios que antes. ¿Qué parte no satisfizo?
G.G.: Lo que dijo Powell es importante, pero era sabido. Las bajas de tasas, tres antes de fin de año, ya estaban metidas en los futuros de Chicago. Si Powell hubiera defraudado las expectativas, el impacto habría sido enorme. Y, paradójicamente, ahí sí quedaría en evidencia su gran valor.
P.: ¿No cree que haya clavada alguna espina de duda?
G.G.: Sí. ¿Qué sabe la FED que nosotros no? ¿Pivotea, acaso, porque la situación del mercado laboral es peor que la que nos imaginamos? Esa es una duda lógica en esta circunstancia, aunque el banco central probablemente no sepa más que nosotros. Todos tendrán que sacársela leyendo el flujo de los indicadores. No hay otros atajos. El informe de empleo de agosto, dijo Patrick Harker, de la FED de Pennsilvania, determinará el tamaño de la baja en septiembre.
P.: La FED se suele manejar con variaciones de un cuarto de punto, pero no se negó a considerar la posibilidad de debutar con medio punto si el deterioro de las condiciones laborales es grande.
G.G.: No lo dice porque sepa que va a ser así. Pero es una posibilidad. Y el mensaje es que en ese caso la FED responderá con bajas de tasas más agresivas. Y, si fuera necesario, podría aplicarlas desde septiembre.
P.: ¿Por eso la Bolsa reacciona con sobriedad?
G.G.: Es una buena razón. Pero no es la única. El Russell 2000, la canasta de compañías pequeña, es la más expuesta a un riesgo así, y fue la que más trepó desde que habló Powell.
P.: ¿Qué otro elemento puede estar quitando el sueño?
G.G.: La vigilia por el balance de Nvidia es también evidente. Powell acá no tiene nada que ver. Es el escozor de cada trimestre.
P.: El último balance de Nvidia fue muy bueno. Pero después vino un golpe fuerte.
G.G.: Sí, porque se puso a la Inteligencia Artificial, y el boom asociado, en tela de juicio. El castigo fue duro, pero no persistió demasiado. El último mes, Nvidia rebotó con ganas, y de ahí también los nervios antes del balance. Cualquier signo de debilidad en la dinámica del negocio, y pasarán el papel a degüello.
P.: Como sea, resultará más fácil negociar las curvas del camino si ahora la FED está mentalizada en bajar las tasas.
G.G.: La FED dejó de subir las tasas nominales en julio del año pasado. Pero las tasas reales continuaron trepando a medida que la inflación se fue hundiendo más y más. La política monetaria es muy restrictiva porque la tasa real se tornó muy elevada. Y la FED está dispuesta a bajarla. El banco central se convenció de que la inflación seguirá cayendo, así que lo que tiene que hacer es recortar las tasas nominales. Eso es, por supuesto, música para los activos de riesgo, en especial, para los de mayor duración.
P.: Como los bonos a largo plazo.
G.G.: El oro es un gran ejemplo. Muerto cuando la inflación volaba, y tan pujante ahora que la inflación hace mutis por el foro.
P.: ¿Y cuánto debe bajar las tasas la FED?
G.G.: Yo diría que será muy difícil frenar los dos primeros recortes. Quizás los tres primeros. De acá a fin de año. El banco central habilitó la travesía, pero no marcó el destino final. Mary Daly, de la FED de San Francisco, dijo que no quería declarar que estábamos en el camino a la tasa neutral. Fed funds se ubica en 5,5%, la tasa neutral merodea 3%. El primer medio punto, o tres cuartos de punto, son aspirinas de prevención con la idea de estabilizar la demanda de trabajo. Hasta ahora el desempleo está provocado por el descalce entre una demanda laboral robusta, pero que se enfría, y una oferta en rápido ascenso. Pero si los despidos aumentan, el juego cambia. Esa será la señal de peligro de recesión. Y la FED ahí sí va a ser agresiva. Y, esta vez, tiene con qué. Puede echar mano a los 550 puntos base de tasa si lo necesita. Desde antes de la crisis de Lehman que no había logrado atesorar tanto poder de disuasión.
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