Difícil jornada con un buen epílogo

Lo mejor parece ser que el volumen negociado volvió a incrementarse de manera notable (1.740 millones de papeles en el mercado tradicional y 2.050 en el electrónico), lo que reflejó un mayor interés de parte de los inversores, a pesar de que los precios de las acciones treparon. Medidos por el índice de las Blue Chips, la suba fue de 1,06%, en tanto que, según el NASDAQ, hablamos de un alza de 1,47%. De todas formas, no fue una jornada fácil. Los índices arrancaron el día casi sin variaciones respecto del cierre anterior y siguieron así prácticamente hasta minutos antes del mediodía, cuando se derrumbaron. En ese momento, el Promedio Industrial alcanzó a perder 0,70%, en tanto que el fiel de los papeles tecnológicos, 1,51%. Si bien los precios se recuperaron casi con tanta rapidez como se habían derrumbado, hasta la última media hora de operaciones siguieron oscilando en torno a los mismos valores de la rueda del martes. Los responsables del mal humor fueron Siebel Systems y Juniper Networks, en tanto que Procter & Gamble y Motorota fueron el sostén para las subas. El responsable del rally final, en tanto, fue un solo papel. Aun cuando parece algo raro, dado que aún es demasiado "temprano" y, además, recibió otro golpe judicial, muchos se apoyaron en el rumor de que Microsoft estaría por prenunciar ganancias mejores que las esperadas en las próximas horas. Esto catapultó casi 6% a la empresa de Bill Gates, arrastrando tras de sí a Intel, que alcanzó a ganar casi 7%. Claro que también hay quien encontró en esto un tipo movimiento de cobertura de posiciones, argumento apuntalado por la nueva caída en la tasa de los bonos del Tesoro que, a 10 años, quedó en 4,954 por ciento.