Carlos Snopek, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, decidió finalmente apartarse de la obediencia debida que profesó al Ejecutivo tanto en el gobierno de Eduardo Duhalde como en lo que va de Néstor Kirchner. Conocido por ser uno de los soldados más fieles en el Congreso y ratificado en su puesto de la mano de un acuerdo entre Eduardo Feller y el Presidente, volvió ayer a criticar al gobierno por su intención de subir la carga de Impuestos Internos sobre los cigarrillos. Y su posición es clave ya que esa comisión deberá dictaminar sobre el futuro del proyecto. La semana pasada una declaración similar les costó que los kirchneristas puros del Congreso comenzaran a pensar en un recambio para la estratégica Comisión de Presupuesto y Hacienda por considerar que su lista de prioridades Snopek había elegido por su lealtad a los jujeños tabacaleros antes que el gobierno nacional. Incluso sabiendo esto, Snopek trató ayer casi de mentiroso a Roberto Lavagna: «No tiene asidero el argumento», dijo. «Si se saca la cuenta, la pretensión del gobierno es incrementar lo que ya cobra, por el impuesto sobre los cigarrillos, en alrededor de mil millones de pesos. Esta suma no llega más que a un porcentaje mínimo de los $ 7.000 millones que se recauda por el impuesto al cheque. Creo que el argumento acerca de que esos recursos extra puedan ser utilizados para disminuir el impuesto al cheque,no tiene asidero en la realidad porque es muy difícil bajar el impuesto al cheque sustentándose sólo en eso», cuestionó.
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La posibilidad de aumentar de 60% a 65% la alícuota de Internos que se aplica sobre los cigarrillos más una modificación en la base imponible del IVA, sólo para las marquillas, que permitiría aplicar 21% también sobre lo que se paga por Internos, fue enviada al Congreso por Lavagna y descansa en Diputados desde 2003. Pero nunca pudo ser consensuada a raíz de las enormes diferencias que genera el rechazo de lo que se conoce como el Ejército del Norte, las siete provincias tabacaleras y el lobby de las empresas tabacaleras.
Para los gobernadores de esas provincias, el primer impacto negativo surgiría en el Fondo Especial del Tabaco, una caja a la que acceden las provincias productoras y que se alimenta con la recaudación de los impuesto sobre cigarrillos.
Se podría pensar que a mayor alícuota, mayor recaudación del FET, pero los tabacaleros creen que una suba como la que se propone, que llevaría el promedio el precio de la marquilla de cigarrillos a $ 4, sólo alentará la importación y contrabando y reducirá la producción y cultivo en la Argentina y, por lo tanto, la recaudación.
«No hay que dejar que suba el cigarrillo a valores inconmensurables, que hagan que dejemos de fumar trabajo argentino y que empecemos a fumar trabajo extranjero y encima que ese trabajo extranjero no pague impuesto porque puede venir por la vía del contrabando», dijo Snopek.
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