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Martín Redrado
Se necesitaron dos acontecimientos para frenar la euforia de los títulos argentinos: el alza del dólar, y la renta de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años que está en 4,88%. Esta tasa el 4 de enero estaba en 4,63%. En pocos días subió un cuarto de punto y le quitó algún atractivo a la renta de los bonos de países emergentes.
El viernes 19, comenzaron las adquisiciones de dólares para pagar al exterior, y los compradores de divisas se convirtieron en grandes vendedores de bonos. En ese momento, se rompió el encanto de los papeles en pesos.
En el Central, que saben que éste es un buen momento para retirarse del mercado, decidieron operar dólar a futuro en el OCT del Mercado Abierto Electrónico y en el Rofex de Rosario. Fueron fuertes vendedores de distintos fines de mes, una estrategia que en situaciones similares a las del viernes, los hizo ganar mucho dinero, porque después cuando el dólar baja, hacen la operación inversa de compra de fines de mes y se alzan con la diferencia.
En la entidad que dirige Martín Redrado saben que los exportadores no tardarán en aparecer y ser vendedores de divisas, con lo que volverán a presionar a la baja. De hecho, el dólar quedó equilibrado al cierre ya que después de las 14 del viernes empezó a ceder y los precios que se piden para hoy son de $ 3,107 para la venta, porque comenzaron a aparecer los vendedores. Tal vez éste sea el prenuncio de una semana de divisa en calma y con alguna tendencia a la baja.
Como se sabe, el dólar mayorista comenzó el mes a $ 3,06 y el cierre del viernes indica un aumento de 1,65%, muy poco al lado de bonos en pesos que subieron entre 5% y 12%.
En el mercado de futuros, todas las posiciones perforaron el techo de $ 3,10, aunque no cerraron en los máximos del día, porque las ventas de los distintos fines de mes por parte del Banco Central moderaron los precios.
Un dato: el año pasado, cuando el dólar se recalentó en los primeros días de enero por el pago de toda la deuda al FMI, el fin de 2006 cotizaba a $ 3,25. Ahora, en el mejor momento del dólar, fin de 2007 vale $ 3,14. La diferencia de precios muestra que el mercado sabe que esta suba del dólar va a ser difícil de sostener, una sensación que no tenían a fines de 2005, cuando renunció Roberto Lavagna y se hizo ese pago anticipado al FMI. En este enero, el escenario es distinto porque se anticipa un fuerte superávit de la balanza comercial.
El mismo «efecto manada» que hizo subir al dólar hará su aparición cuando comience la baja, y el Central volverá a ser un fuerte comprador para defender el precio de la divisa en niveles cercanos a los del viernes.
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