23 de enero 2003 - 00:00

Efectos del plan Duhalde: la industria a 60% de capacidad

Efectos del plan Duhalde: la industria a 60% de capacidad
La industria argentina, que durante la década del '90 invirtió en los diferentes sectores más de 51.000 millones en construcción, compra y ampliación de plantas según los datos de las Naciones Unidas, operó durante 2002 con aproximadamente 58% de su capacidad instalada.

Esto implica el mínimo histórico desde 1992, año en que comenzó a medirse este indicador.

Existen incluso sectores como la construcción y las automotrices que durante el año pasado operaron a no más de 30% de su capacidad instalada.
Según la mayoría de los analistas, para que una empresa decida algún tipo de ampliación o construcción de nuevas plantas, el porcentaje general del uso de la capacidad debería llegar a 80%, con lo cual la variable debería crecer más de 20 puntos para que se tomen este tipo de decisiones de inversión.

El dato positivo que arrojan estos datos, que serán presentados este viernes por el gobierno luego de la publicación del informe definitivo del Estimador Mensual Industrial (EMI), es que los sectores que tienen posibilidades de crecer por un aumento en la demanda interna (por sustitución de importaciones) o externa (por mayores exportaciones), pueden satisfacerlas, sin necesidad de recurrir a mayores inversiones en plantas, lo que está restringido por la falta de crédito y el dólar alto.


• Impulso

Esta situación provocaría que durante 2003 los sectores que tienen posibilidades de crecer y capacidad instalada para poder aumentar su producción, impulsarán en el primer semestre del año el índice de producción industrial sin mayores problemas. Esto implica, según las estimaciones que surgen del propio Ministerio de la Producción que dirige Aníbal Fernández, que el EMI podría mostrar un incremento de por lo menos 10% durante este año sin llegar al cuello de botella de la falta de capacidad instalada y de posibilidades financieras de inversión.

Sin embargo, si no mejora la demanda de los rubros que por ahora no están mostrando signos de recuperación o el acceso generalizado al crédito, las posibilidades de crecimiento se estancarán en el segundo semestre del año. Hay que tener en cuenta que para llegar a los niveles de producción que se registraban en junio del '98 cuando comenzó el actual período de recesión, (y cuando el uso de la capacidad instalada superaba 78%), el EMI debería crecer 28% más tomando la situación de diciembre de 2002.

Según los datos oficiales, por ahora cualquier cifra sobre la posibilidad de aumentar la capacidad instalada de las empresas está bastante lejana. Según los datos del
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), correspondientes a noviembre, la caída de la inversión acumulada durante los primeros 11 meses de 2002 contra el mismo período de 2001 fue de aproximadamente 50%. Lo que ocurrió durante 2002, inclusive dentro de las empresas que mayor volumen de ventas mostraron, es que se eligió liquidar stocks acumulados involuntariamente durante los últimos años de recesión, a la espera de tiempos mejores para reiniciar las líneas de producción.

• Disparidad

Sectorialmente la situación es dispar, y en algunos casos más que alarmante. Según los datos que maneja el Ministerio de la Producción, sólo algunos alimentos, textiles y papel pudieron tener un buen 2002. Un panorama de los diferentes sectores durante el año pasado arroja los siguientes resultados.

• Construcción. Este sector trabajó durante 2002 a menos de 20% de su capacidad instalada; tanto al analizar la obra privada como la pública. Este rubro sufrió el año pasado en pleno la falta de crédito interno, ya que depende exclusivamente de lo que pase fronteras adentro. Este sector, hace sólo cuatro años, estaba en plena expansión y mostraba signos de utilización de la capacidad instalada de más de 90%. La construcción tuvo su momento de gloria en la década pasada, entre 1993 y 1998, cuando hubo expansión de la obra pública y distribución del crédito a través de préstamos hipotecarios y a las empresas para emprender obras de construcción de viviendas de todo nivel. Sin embargo desde 2000 comenzó una caída, que se transformó en derrumbe durante 2002 por la desaparición del financiamiento.

• Automotrices. Es el segundo rubro más perjudicado. En promedio las terminales terminaron trabajando a menos de 30% de su capacidad, pero con casos que no superan 19%. Fue además uno de los rubros donde más se invirtió durante la década del '90 (tanto en la ampliación como en la construcción de plantas y líneas de producción en sintonía con los estándares internacionales), creando una capacidad de producción de más de 800.000 unidades, cuando el año pasado se fabricaron menos de 250.000. En general sólo trabajaron las plantas que pudieron exportar a Brasil, ya que la falta de crédito resultó fatal para las posibilidades de vender unidades dentro de la Argentina.

• Metales comunes. Este sector terminó 2002 trabajando a 35% de su capacidad promedio, cuando hace cuatro años llegaba a 70%.

• Químicos. En 2002 trabajó aproximadamente a 50% de sus posibilidades. La caída de la demanda interna fue el factor fundamental en esta baja, pero se espera que durante 2003 puedan aprovechar mejor las posibilidades de sustituir importaciones.

• Lácteos. Según los datos oficiales, trabajaron con un uso de la capacidad instalada de 60% durante 2002, cuando en 2000 la variable llegaba a 80%. Sin embargo se espera que la situación cambie este año, a partir de las mayores posibilidades de exportación.

• Papel. No es un sector que esté en una mala situación, ya que trabajó a fines de 2002 a casi 70% de sus posibilidades. Aquí hay un claro proceso de sustitución de importaciones, fundamental-mente de las provenientes desde Brasil.

• Textiles. Luego de un mal primer semestre de 2002, las empresas de este sector comenzaron a recuperarse en la segunda mitad del año pasado, fundamentalmente por haber aprovechado el proceso de sustitución de importaciones. En diciembre del año pasado este rubro trabajó a casi 65% de su capacidad.

• Alimentos y bebidas. Muestra un comportamiento dispar según el rubro que se analice. Mientras la fabricación de aceites, azúcar y alimentos a base de cereales muestran un nivel de uso de la capacidad instalada de más de 75%, en otros sectores como las bebidas la situación baja a 50%. Hay que tener en cuenta que dentro de estos rubros se invirtió mucho durante la década del '90 en renovación de líneas productivas ya existentes.

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