Lo que veinticuatro horas antes quiso y no pudo ser, finalmente se dio ayer y el Dow volvió a entrar a la senda de las marcas históricas al cerrar en 12.621.77 puntos, luego de ganar 0,7 por ciento. (El S&P 500 quedó en el máximo desde setiembre de 2000, mientras el NASDAQ cerró marcando en el máximo intradiario). Si decimos que el impulso para esto vino por el lado del mercado electrónico, nadie debería sorprenderse demasiado (después de todo fue el lastre durante cuatro ruedas consecutivas). Si decimos además que Sun Microsystems fue uno de los motores, nadie debería sorprenderse demasiado, viendo el buen balance que presentó tras el cierre del martes. Donde sí hubo sorpresa fue en la reinterpretación que hicieron los inversores sobre los números de Yahoo!, que de una luz claramente negativa (a 1,7% que perdió el papel durante la rueda del martes se sumó un desplome de 3% en el mercado "after hours") pasó a ser la estrella de la jornada ganando 7,34% (10,5% si contabilizamos desde el mínimo del "after").
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Con el petróleo trepando 0,6% a u$s 55,37 por barril (lo que sugiere la poca importancia que tuvo el discurso presidencial a la Unión) y sin noticias económicas o financieras de relevancia, posiblemente deberíamos suscribir la opinión generalizada que fueron los ( positivos) balances que se dieron a conocer antes y durante la rueda, lo que disparó el optimismo entre los inversores. Pero si algo demuestra lo sucedido con el segundo "buscador de Internet" más grande del mundo es que estaríamos poniendo el carro delante de los caballos, ya que el optimismo precedió la realidad contable de las empresas. De hecho la suba tuvo ese "olor" característico que suelen dejar los cazadores de pichinchas y quienes se ven forzados a deshacer sus posiciones de ventas en descubierto. La rueda de hoy resulta entonces relevante por cuanto sería la que confirmaría si lo de ayer fue tan sólo un "ajuste" o un verdadero cambio de expectativas.
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