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Como respuesta, la ciudad israelí de Haifa recibió el impacto de dos cohetes Katiusha disparados desde Líbano, aunque la Resistencia Islámica, brazo armado del grupo chií libanés Hizbulá (Partido de Dios), negó que fueran responsables de este ataque.
Según fuentes israelíes, el ataque no ha causado víctimas pero es considerado un asunto grave por la importancia de la ciudad y porque los cohetes disparados desde Líbano nunca habían llegado tan lejos.
Esta noticia agravó la tendencia bajista que registraba la bolsa de Nueva York, que a poco menos de una hora del cierre anotaba un retroceso de 170,16 puntos del Dow Jones de Industriales, hasta las 10.843,02 unidades.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto mantener una reunión de urgencia, mañana, para analizar esta crisis.
A las tensiones en Oriente Medio se une como elemento impulsor de los precios el conflicto por los planes nucleares de Irán, uno de los grandes productores de crudo del mundo, tras el fracaso de las negociaciones con la Unión Europea.
La preocupación sobre este contencioso se intensificó después de que ayer los ministros de Exteriores de Francia, Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Alemania decidieran devolver el contencioso al Consejo de Seguridad, que podría llegar a aplicar sanciones.
Otro elemento que ha preocupado a los inversores son las informaciones sobre ataques a instalaciones petroleras en Nigeria.
Según las autoridades, dos oleoductos fueron saboteados en el sur del país y un convoy de una empresa petrolera fue atacado en el delta del río Níger.
Las autoridades nigerianas señalaron que se sospecha de dos explosiones en los oleoductos de la empresa italiana Agip, filial de ENI.
La empresa explicó que al menos un oleoducto fue dañado pero que será reparado prontamente, al tiempo que negó un reporte de un periódico local que hablaba de una interrupción en el flujo de crudo del orden de los 120.000 barriles diarios.
A estos factores geopolíticos se une uno interno de Estados Unidos, como es la caída en las reservas de crudo del país, que la pasada semana descendieron en seis millones de barriles, cinco veces más de lo que preveían los expertos.
Los conductores de Estados Unidos, que consumen el 40 por ciento de la gasolina del mundo, han incrementando las compras de este combustible en el último mes, lo que ha provocado un alza en los precios.
En concreto, los contratos de futuros de gasolina para entrega en agosto se cotizaban al cierre a 2,3013 dólares, 4,54 centavos más que ayer.
El gasóleo de calefacción para ese mismo mes se cruzaba a esta hora a 2,0799 dólares, 6,15 centavos más que la víspera.
Los contratos de gas natural para agosto sufrieron un ascenso de 4,54 centavos, hasta los 2,3013 dólares por mil pies cúbicos.
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