15 de octubre 2025 - 19:19

Esteban Domecq: "En materia de competitividad Argentina arranca en desventaja"

El presidente de Invecq Consultora Económica brindó un detallado análisis de la situación económica actual y cómo eso impacta en la competitividad de las empresas.

El presidente de Invecq Consultora Económica, Esteban Domecq.

El presidente de Invecq Consultora Económica, Esteban Domecq.

Enviada especial al 61° Coloquio de IDEA.- El economista Esteban Domecq, presidente de Invecq Consultora Económica, participó del Coloquio de IDEA que se celebra en Mar del Plata y desde allí analizó de forma pormenorizada las ventajas y desventajas que presenta hoy la macroeconomía y cómo eso afecta la competitividad de las empresas. Al respecto, destacó el superávit fiscal y la baja de la inflación como dos importantes logros, pero describió que el costo logístico aún es muy alto y que se necesitan reformas clave en materia tributaria, laboral y de apertura de la economía con el mundo.

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“Desde finales de 2023, desde hace dos años, Argentina empezó a transitar un proceso de estabilización, de normalización macroeconómica muy complejo, que implicó avances pero que está inconcluso”, reveló al inicio de su alocución en el panel y agregó que, si bien este nuevo curso tiene méritos, también tiene pendientes y desafíos. Para mostrar el punto de partida, exhibió un gráfico que demostró que, salvo algunos años, en los últimos 60 años “el déficit fiscal fue prácticamente una constante”.

Para Domecq, la primera consecuencia de la indisciplina es la inflación. Al respecto dijo que “todo ese proceso de aceleración inflacionaria terminó con ese principio de estabilización, donde en abril del año pasado la inflación interanual estaba en 289%. Ayer salió el dato de inflación de septiembre, que a 12 meses es del 31,8%. Acá hay un gran mérito, pero es un proceso inconcluso”. A su vez, para este economista, la segunda derivada de la disciplina fiscal son los eventos de default. Argentina tiene cinco en las últimas seis décadas.

Además, la tercera consecuencia, mencionó, son la cantidad de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que tiene Argentina: 22 en total, y 18 desde que se hizo el primer ciclo de IDEA. Y la cuarta variable que mencionó Domecq son los ciclos recesivos. “Esta es la foto que describe la inestabilidad macro de la economía argentina, que cualquier estudio de competitividad dice: ahí está el corazón del problema que afecta la competitividad de la economía local”.

Competitividad: las “piedras” que aún pesan en la economía local

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En materia de comercio internacional, se avanzó diez casilleros y Argentina pasó del puesto 64 al 54, cuando se eliminaron las SIRAS y hubo una normalización del pago de importaciones, reveló el economista, porque, según resaltó, la apertura de mercados mejora el acceso a divisas. “El segundo factor que explica la mejora en materia de inversión es explicado fundamentalmente por el RIGI, el régimen de incentivo a grandes inversiones. Y el tercer factor son las finanzas públicas”, resaltó sobre las mejoras en los últimos dos años.

“Ese es el resultado del superávit fiscal, la reducción del financiamiento monetario, el cumplimiento con los compromisos de deuda, la reducción del riesgo país, un gasto público que se reduce”, expresó, pero reveló que en el ranking global avanzamos solamente cuatro puestos. “Entonces, la pregunta es por qué seguimos ahí abajo a pesar de los avances. La respuesta, según Domecq, es que aún hay factores que están afectando la competitividad", prosiguió.

“Hay cosas en las que estamos relativamente bien parados, nuestras virtudes como la extensión territorial, los recursos naturales, el capital humano y la innovación”, expresó, “pero tenemos problemas en términos de infraestructura, servicios públicos y logística. Además, tenemos la presión tributaria en Argentina, la legislación laboral y la integración económica”, describió como puntos en contra.

Para este experto, sin embargo, “hay una gran piedra”, que es la inestabilidad macro, que incluye la inflación, las restricciones cambiarias y los ciclos recesivos. “Después hay otras piedras muy importantes, la impositiva, la laboral, y después hay un montón de piedras, tal vez menores, pero que en su sumatoria terminan también siendo muy pesadas”, indicó.

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Uno de los primeros ejes remarcados como problemáticos es la logística, donde Argentina ocupa el puesto 73 entre 139 países, “por debajo de mitad de tabla y apenas por encima de Bolivia y Venezuela”. Según explicó, el bajo desempeño se debe al mal estado de las rutas, la deficiente infraestructura portuaria, las aduanas lentas, el exceso de trámites y las frecuentes interrupciones en el transporte. “Todo esto se traduce en una de las piedras más pesadas: el costo logístico”, afirmó.

Citando un estudio del CIPPEC y el Banco Mundial sobre cadenas de valor del norte argentino, advirtió que el costo logístico promedio supera el 15% del valor FOB de la mercadería transportada y, en algunos casos, llega al 25% o 30%, “muy por encima del estándar internacional”.

El segundo obstáculo mencionado es la burocracia, que incluye permisos, trámites y regulaciones. Argentina se ubica en el puesto 126 de 190 países en facilidad para hacer negocios, “solo mejor que Bolivia y Ecuador, muy lejos de Chile, Colombia, México y Perú”. “El costo de los trámites y regulaciones constituye otra piedra: la piedra de la burocracia”, remarcó.

El tercer factor crítico es el sistema financiero, donde el crédito interno al sector privado equivale al 14,4% del PBI, frente a un promedio regional de 57%. “En Chile supera el 100%. Es una goleada en contra”, ironizó. Describió al sistema como “inexistente, poco profundo y con baja inclusión”, con escasa oferta de financiamiento para pymes y tasas prohibitivas.

“Hoy la tasa para adelantos en cuenta corriente es del 83% TNA, con una inflación proyectada del 22%. Eso implica una tasa real del 50%, cuando en la región ronda entre 8 y 14%. Y a eso hay que sumarle impuestos”, advirtió. “Ese costo financiero termina dentro del precio de los productos y servicios que se venden en el país.”

Tras repasar los factores externos que afectan la competitividad, el expositor se detuvo en los desafíos internos de las empresas. Según un relevamiento de IDEA, los empresarios identifican como ejes más relevantes la gestión eficiente de costos y productividad, la capacidad de innovación, la gestión del cambio y digitalización, la vocación competitiva y la inversión en capital humano.

Finalmente, sostuvo que la competitividad argentina arranca en desventaja, pero que “este es un partido largo”. Propuso imaginar un “equipo de fútbol cinco” con los elementos necesarios para revertir la situación: estabilidad macroeconómica (“principio ordenador innegociable”), un diagnóstico correcto y reformas que descompriman el costo de operar, una articulación entre la macro y la micro con ritmos calibrados, consensos y políticas de largo plazo para terminar con la pendularidad y un rol activo del empresariado.

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