Estimaciones Moody's para 2017: déficit del 5%, inflación del 20% y crecimiento del 4%

La agencia Moody's estima que la Argentina registrará un déficit del 5% del Producto Bruto Interno este año y el próximo, y un crecimiento económico del 3% durante 2017, cuando la inflación se ubicará en torno al 20%, por encima de la estimación oficial.

Gabriel Torres, analista de crédito de la agencia, consideró que el panorama es positivo aunque habló de la necesidad de ser cautelosos. En este sentido, destacó que no hay una fecha prevista para una nueva mejora de la calificación (actualmente en B3 estable), aunque podría producirse antes de las próximas elecciones legislativas.

En el marco de la 13° Conferencia Anual de Moody's, que se llevó a cabo este jueves en el centro porteño, Torres señaló que el gasto público será el equivalente al 26% del PBI, mientras que los ingresos llegarán al 21%, por lo que el déficit del PBI para este año también cerrará entorno al 5%".

Advirtió, sin embargo, que "si se mantiene ese déficit en el largo plazo y en simultáneo no crece la economía, se corre el riesgo de que la deuda pegue un salto grande". Con respecto a este último tema, el especialista consideró que la deuda pública bruta llegará al 50% del PBI este año y que, con el sector privado, es menor al 10% en dólares, aunque está empezando a subir".

A su criterio, "no se necesita déficit cero", sino que estimó que "con un 2% (la administración del Estado) se estabiliza y puede ser así por siempre".

Señaló, consultado sobre la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos con respecto a las tasas de referencia, Torres indicó que Argentina está en una posición ventajosa debido a que "no está tan integrada al mundo todavía".

"El mundo se está manejando con las tasas más bajas en términos históricos, y esa es una condición que puede aprovechar el país en el momento de salir a buscar financiamiento", dijo.

Torres consideró que es necesario seguir trabajando en "aspectos institucionales y políticos" para consolidar la confianza de los inversores con respecto a la Argentina; y resaltó como aspectos positivo en pos de ese objetivo la baja de la inflación y la mejora en la difusión de datos públicos y de las reglas de juego del mercado.

"Estamos en el medio del cambio pero es necesario seguir trabajando", aseveró.

•Bancos

La analista de Moody's, Valeria Azconegui, aseguró en diálogo con ámbito.com el negocio bancario "será más de volumen y no de rentabilidad, teniendo en cuenta la tendencia a la baja que están mostrando los índices de inflación".

"Los bancos tendrán que salir a competir más agresivamente con servicios, productos e incrementando sus estructuras para llegar a sectores inexplorados, como una nueva estrategia de negocio", dijo.

Señaló que las entidades bancarias -que habían preferido alojar sus excesos de liquidez en Lebac y que por tanto no relajaron sus políticas de originación de préstamos- podrían incrementar sus posiciones en el sector de pymes, dado que se espera una mejora del perfil crediticio de este segmento en medio de la recuperación económica.

Por otra parte, Azconegui indicó que el esperado ingreso de capitales "generará más flujo de depósitos, pero que esto se producirá luego de que impacte en la economía real".

En este sentido, consideró que el sistema financiero "podría a fin de año comenzar a pagar tasas reales, lo que impulsaría la intermediación y sería muy positiva para todo el sector".

• Deuda corporativa

En diálogo con ámbito.com, la analista de la calificadora Verónica Améndola puntualizó que las empresas tendrán en 2017 una capacidad adecuada para seguir refinanciándose, de la mano de la recuperación de la economía y los menores niveles de inflación.

Contó que desde abril, con la primera emisión de deuda de la Argentina, se abrió la puerta para que las empresas accedan al mercado internacional de crédito. "Algunas empresas pudieron financiarse a una tasas menores de la esperada (en promedio, fue del 6%)", resaltó.

Améndola indicó que las empresas salieron al mercado con el objetivo de refinanciar sus deudas pero, en el futuro, se espera que esos ingresos puedan destinarse a la inversión, sobre todo en el caso de las compañías del sector energético o público para obras de infraestructura.