9 de junio 2022 - 00:00

Bitcoin: los problemas de mirar solo el dedo

Es famoso el dicho confuciano de que cuando el sabio señala la Luna, el necio mira el dedo. La atención general a las criptomonedas suele estar dada por fluctuaciones en su precio. Cuando el valor crece, vamos a ver titulares del estilo de la fiebre del bitcoin, y cuando cae, del estilo de El derrumbe del bitcoin.

No estamos diciendo que el valor internacional de mercado no sea importante, o que no le importe a mucha gente. Pero definitivamente no es lo más interesante sobre lo que sucede hoy con los criptoactivos.

Recientemente, un estudio del Banco Central Europeo informó que la adopción de bitcoin y criptomonedas en Europa ha crecido considerablemente en el último año, alcanzando el 10% de los hogares del Viejo Continente. Sí, mientras la mayoría de los portales del mundo hablan de las siete semanas consecutivas de caída de esta criptomoneda, o de los casos más resonantes como el de Luna, más personas corren hacia estos activos en un contexto global inflacionario.

De la misma manera que esto sucede en Europa, la Fed norteamericana también ha detectado un incremento de la tenencia de este tipo de activos.

Bitcoin para resolver problemas

Tanto en el caso de Europa como Estados Unidos, la mayoría de los encuestados declara tener bitcoin como una forma de inversión, especialmente teniendo en cuenta el contexto inflacionario que provoca la depreciación del euro y del dólar y dificulta el ahorro en esas monedas.

Sin embargo, los ciudadanos de países con otros desajustes macroeconómicos, especialmente en el mundo en desarrollo, han abierto la posibilidad de uso de las criptomonedas para todo tipo de operaciones.

Vayamos a un problema concreto como la exportación de servicios en países con controles de capitales. Una startup argentina que desarrolle, por ejemplo, algoritmos de inteligencia artificial y tenga clientes fuera del país, recibirá pagos en dólares, que serán convertidos a pesos a razón de 120 pesos por dólar. Sin embargo, esa misma startup tendrá que contratar servidores o servicios en la nube a 200 pesos por dólar. De la misma forma que un estudiante argentino que esté haciendo un posgrado en Estados Unidos tendrá el mismo problema para seguir pagando por ejemplo la cuota de su medicina prepaga. ¿Qué ocurre con un diseñador web freelancer al que le aparece un cliente del otro lado del planeta? Exactamente lo mismo.

Las transacciones internacionales mediante criptomonedas son cada vez más utilizadas para el comercio internacional de servicios en el ecosistema startup o de freelancers. Y no solamente por los controles de capitales que hay en algunos países, sino porque el sistema financiero no fue pensado para un mundo del trabajo donde una persona física individual iba a exportar un servicio por pequeños montos de dinero (en términos comparativos).

Mirando hacia el futuro

Probablemente no podremos evitar que los ojos del mundo sigan puestos en las fluctuaciones de valor de las criptomonedas. En algunos casos esto es positivo para el ecosistema, y en otros no tanto.

Por estos días se celebró - como todos los años - el decimosegundo aniversario de que Laszlo Hanyecz intercambió 10 mil bitcoin por dos pizzas. Desde entonces, su uso comercial no ha parado de crecer para transacciones diarias. México es uno de los países latinoamericanos donde esa vertical está más desarrollada, a punto tal que dentro del propio Senado de la República se ha instalado un cajero automático bitcoin.

Según especialistas, las criptomonedas podrían ser, en ese país, una ventana para incluir financieramente a personas que hoy no están en el ecosistema bancario tradicional. De hecho, la experiencia de El Salvador así lo demuestra.

Si nos quedamos sólo con el precio, difícilmente podamos ver los usos que está teniendo bitcoin en el mundo.

(*) Paxful Brand Ambassador

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