29 de marzo 2022 - 00:00

El board del FMI pone a Goldfajn al frente de la auditoría del acuerdo y le ordena firmeza

El Fondo Monetario Internacional le dio este mandato el viernes pasado, en la complicada sesión por la cual el máximo nivel del organismo que maneja Kristalina Georgieva aprobó por unanimidad el acuerdo con Argentina.

Ilan Goldfajn

Ilan Goldfajn será el principal responsable de fiscalizar, controlar y, eventualmente, aprobar (o no), las metas comprometidas por la Argentina en el Facilidades Extendidas. El board del Fondo Monetario Internacional le dio este mandato el viernes pasado, en la complicada sesión por la cual el máximo nivel del organismo que maneja Kristalina Georgieva aprobó por unanimidad el acuerdo con Argentina. Pero donde dos países puntuales, como Alemania y Japón, fueron muy duros en sus referencias sobre la realidad de la economía local; y le exigieron a los técnicos del FMI máxima tensión y análisis para el cumplimiento de las metas fijadas en el acuerdo.

Fue el board el que dictaminó, además, que haya un adelantamiento de las misiones fiscalizadoras, comenzando en mayo y sumando un viaje más a los 10 programados originalmente (tal como lo adelantó ayer este medio). Fue en el momento en que el FMI habló de “riesgos excepcionalmente altos”, un eufemismo para decir que se lo considera de muy difícil cumplimiento por parte del país.

Ante el panorama, el organismo financiero le dictó en las últimas horas al director gerente para el Hemisferio Occidental la misión puntual de ejecutar la aplicación del “Artículo IV” del organismo ante Argentina, lo que implica que es el principal responsable de controlar que las metas del acuerdo de Facilidades Extendidas se cumplan. Será así, obviamente, el encargado de organizar las misiones a Buenos Aires, que estarán encabezadas por la directora adjunta, Julie Kozack, y el encargado del caso local, Luis Cubeddu. Y si bien no está escrito, el brasileño- israelí tendrá que mostrar mano dura, siguiendo el mandato del board, donde los ánimos con la Argentina no están en su mejor momento. El directorio tomó como un avance directo sobre el FMI, las críticas que la semana pasada se hicieron desde Buenos Aires hacia el organismo, al que se lo relacionó con la última dictadura militar.

La presencia plenipotenciaria de Goldfajn es un dato clave. Dado que es un firme y extenso conocedor de la situación fiscal, económica y comercial de la Argentina, el sucesor del mexicano-argentino Alejandro Werner quería evitar a toda costa su intervención directa en el cierre del acuerdo e intervenir durante los 12 años de vigencia del contrato el acuerdo firmado. Sabe el destino que tuvieron sus antecesores que debieron atender el caso argentino (el destierro o la expulsión del Fondo), y no quería manchar su carrera en un acuerdo en el que pocos creen y, posiblemente, él tampoco.

Por el lado del Gobierno de Alberto Fernández, también se quería eludir la intervención del exfuncionario del gobierno de Michelle Temer dado que se lo considera (con razón) un amante de la disciplina fiscal y de los buenos comportamientos macroeconómicos y fiscales. Y, a los ojos del Palacio de Hacienda, no es lo mismo enfrentarse con Goldfajn como árbitro de los controles de las metas a cumplir, que con el diseño de las mismas.

¿Qué se deberá esperar ahora con la intervención de Goldfajn? Se trata de un hombre de buen trato, amiguero, muy conocedor de la Argentina y sus problemas políticos crónicos pero amante de la prudencia fiscal, la solvencia monetaria y los planes de largo plazo. Fue elegido por la propia Georgieva en septiembre de 2021 a partir de un largo listado de concursantes en uno de los puestos más importantes del FMI. Nunca se hizo público pero en Buenos Aires se sabe que la directora gerente del organismo optó por el brasileño, dado que conoce las vicisitudes argentinas.

Goldfajn es un defensor de la utilización de instrumentos como tasas de interés o restricciones monetarias para cumplir metas, junto con una transparencia total al público y mercados en la comunicación de los planes, objetivos y resoluciones de las autoridades monetarias. Considera además a los bancos centrales como los responsables máximos de cumplir las metas monetarias; con lo que le otorgaría a la entidad que maneja Miguel Pesce un poder importante dentro de la política económica. Es también un defensor de la política de tipo de cambio flotante, lo que le daría al Gobierno una mayor flexibilidad para manejar el dólar oficial.

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