Los pequeños comerciantes en EEUU comenzaron a sentir el impacto de las idas y vueltas de la política arancelaria de Donald Trump con China. A solo dos días del "Black Friday" y a menos de un mes para Navidad, las empresas de retail norteamericana experimentan faltas de stock, problemas en la cadena de suministros y márgenes de ganancia por debajo del promedio.
Los aranceles de Donald Trump generan un caos de suministro para los comercios pymes en EEUU antes de las fiestas
Los vaivenes de la política comercial del presidente norteamericano dejaron a las empresas minoristas sin stock suficiente para enfrentar el Black Friday y Navidad.
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Los comerciantes pymes registraron un desplome en sus márgenes operativos.
Para Matt Hassett, fundador de Loftie, una marca neoyorquina de productos para el descanso, el cierre del año siempre demandó máxima atención. Pero esta vez, la situación se tornó particularmente caótica: los aranceles a las importaciones desde China, donde la compañía produce sus lámparas y relojes despertadores, desbarataron toda la cadena de suministro.
"Fue muy difícil prepararse. Vendimos hasta niveles de stock extremadamente bajos: tenemos apenas el 10% del inventario que necesitamos", reconoció Hassett esta semana a Reuters.
El problema con los proveedores
Los constantes cambios en la política comercial de Trump sobre productos chinos forzaron a los comercios pyme como Loftie a elegir entre pagar aranceles altísimos o buscar nuevos proveedores, con el riesgo de que los costos puedan ser aún mayores.
Hasset comentó que cuando Trump amenazó con aplicar gravámenes de hasta 180% a las importaciones chinas a mediados de abril, exploró trasladar la producción a Tailandia, donde los aranceles eran menores. Sin embargo, cuando los recargos sobre China se redujeron a 20%, las fábricas en otros países —con costos de producción 20% superiores— resultaron más caras que los propios aranceles.
Finalmente, Hassett mantuvo a su fabricante chino. Pero esa intermitencia en la relación entre EEUU y China retrasó los pedidos, dejándolo peligrosamente corto de mercadería antes de la temporada de compras más importante del año: noviembre y diciembre suelen representar un tercio de las ganancias anuales de los minoristas estadounidenses.
El efecto dominó de las disrupciones en la cadena de suministro se observa en todas las categorías. Haus of Brilliance, una marca de joyería neoyorquina, trasladó parte de su producción a Tailandia y Estados Unidos para compensar aranceles de alrededor del 50% sobre India, su hub principal.
La compañía acaba de completar su primera tanda de producción en Tailandia, que su fundador y CEO, Monil Kothari, espera llegue a tiempo para las fiestas. Pero advirtió: "Tendremos faltantes esta temporada navideña y el año próximo".
El riesgo de un Black Friday sin mercadería
Otros pequeños comerciantes también luchan por equilibrar inventarios y cambios de proveedores, arriesgando quedarse sin stock en depósitos y góndolas durante el Black Friday.
Lo & Sons, una empresa de Brooklyn que vende bolsos de viaje y accesorios por internet, evaluó ocho fábricas entre abril y junio en múltiples países, incluidos India y Camboya, antes de regresar a su proveedor histórico en China.
"Además de costarnos una fortuna en pagos arancelarios, la incertidumbre nos impidió hacer pedidos de compra", explicó Derek Lo, CEO y cofundador a Reuters. "Ahora tenemos un inventario inferior al ideal".
Por su parte, Hassett comentó que tiene un envío que llegará a tiempo para el Black Friday, pero ya perdió ventas. "Podríamos haber vendido 50% más si hubiéramos tenido suficiente inventario", lamentó el fundador de Loftie.
El desplome de las ganancias y el riesgo de quiebra
A diferencia de las grandes cadenas como Walmart y Costco, que pueden absorber mejor los shocks de suministro, las pymes minoristas con activos totales inferiores a u$s50 millones registraron un desplome del 20,7% en sus márgenes operativos, según la consultora RapidRatings.
De ese total, el 36% de ellos se encuentran en alto riesgo de quiebra, frente a apenas 12% de los grandes comercios.
"Por primera vez desde la pandemia, la ganancia promedio cayó a territorio negativo impactando desproporcionadamente a empresas pequeñas que carecen de escala y recursos para absorber estas presiones", señaló James Gellert, presidente ejecutivo de RapidRatings.





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