21 de febrero 2007 - 00:00

Luis XIV pide ahora aporte de Kirchner para otro modesto FMI

Luis XIV pide ahora aporte de Kirchner para otro modesto FMI
Petrosur, Telesur, Radiosur, Bono del Sur, Gasoducto del Sur y hasta la Universidad del Sur son proyectos ya lanzados por Hugo Chávez. Todos, con pobres resultados. Ahora le toca el turno al Banco del Sur que, en principio, iba a tener 150.000 millones de dólares aportados por las reservas de los países que adhirieran, y ahora ese monto se redujo a u$s 15.000 millones. La Argentina y Ecuador son los dos únicos países que por el momento se suman al «muletto» bolivariano del Fondo Monetario Internacional.

De la gran Petrolera del Sur sólo quedaron hasta ahora acuerdos de cooperación puntuales entre PDVSA, Petrobras, la uruguaya ANCAP y la flamante argentina ENARSA. A Telesur han adherido únicamente la Argentina, Cuba y Uruguay. El Bono del Sur pasó a ser sólo una venta de títulos simultánea de la Argentina y Venezuela. Lo del gasoducto fue peor: ya desde el anuncio se lo vio insostenible -hasta el faraón Micerino lo hubiera descartado-, nunca hubo acuerdo por la traza y, menos aún, el modo de obtener los u$s 25.000 millones que costaba. De la radio y la universidad, hasta ahora, poco queda en concreto.

Lo curioso del Banco del Sur es cómo surgió en Hugo Chávez. Tomó nota que organismos internacionales como el FMI colocaban su capital en oro en bancos europeos al que se le saca rentabilidad a través de distintos mecanismos de mercado. Desde allí comenzó su cruzada por el Banco del Sur que incluyó hasta presentaciones en la Cumbre del Movimiento de No Alineados -como la efectuada en La Habana hace meses- para que «las reservas internacionales dejen de estar en el Norte». También planteó su creación ante la Unión Africana.

  • Trabas

  • Aquí comienza la cuestión principal y, como con el gasoducto, también las trabas más importantes. Venezuela cuenta hoy con u$s 30.000 millones de reservas en su Banco Central, pero ya Chávez prometió derivar 10% para el capital de la nueva entidad.¿Destinará también Néstor Kirchner u$s 3.500 millones del BCRA para igualar la apuesta? Ya Brasil frenó la iniciativa como hizo con otros emprendimientos de Chávez: los ministros Amorim, Mantega y Furlan (Cancillería, Hacienda, e Industria) señalaron que mejor alternativa para suplantar al FMI es fortalecer mecanismos ya existentes (la Corporación Andina de Fomento, por ejemplo). Si lo que se quiere es mejorar financiamientos regionales, propusieron una actuación conjunta del brasileño BNDes, el Banco Nación argentino y el Banco de Desarrollo de Venezuela, en lo que sería una solución para dormir la iniciativa (como ocurrió con Petrosur). Es decir, simples acuerdos de cooperación.

    Concretamente, en el convenio firmado entre la Argentina y Venezuela -también adhería Ecuador con la presencia en Caracas del ministro Ricardo Patiño- se establece una comisión para que en 120 días esté listo el plan de cómo va a funcionar la entidad. Chávez había designado una comisión interna con Gastón Parra (Banco Central), Jorge Giordani (ministro de Planificación), Eudomario Carruyo (PDVSA), Rodolfo Sanz (Cancillería) y Nelson Merentes (ex Hacienda y revendedor de los títulos argentinos en forma poco transparente en los mercados internacionales) para informar periódicamente de los avances que se hagan.

  • Puntos a definir

    Tendrán, por lo menos, varias cuestiones para definir en estas comisiones:   

  • ¿Cómo se repartirá el control del nuevo organismo? Si es en función de cuánto aporta cada país o si se estará a merced de las decisiones de Venezuela.   

  • ¿Qué pasará con el BID, que cumplirá 50 años de existencia? Se trata hoy de la mayor entidad regional en el mundo con u$s 100.000 millones de capital.

  • Para financiar el Banco del Sur, ¿los países miembro garantizarán el pago de la deuda de la nueva entidad?   

  • ¿A qué tasa prestará el Banco del Sur?

    En el fondo se viene una puja entre organismos regionales para ver quién sobrevive. En la Corporación Andina de Fomento (CAF) ya se están moviendo para ganar espacio frente a este nuevo organismo competidor.

    Aprobaron, por ejemplo, un cambio en su estatuto para igualar los derechos de todos los socios con los que poseen las naciones andinas. Eso sí: si gana la CAF esta batalla, países como la Argentina deberán pagar un monto no menor que Venezuela y Colombia, que poseen u$s 1.100 millones de capital en el organismo.

    O, lo más interesante, qué nación se queda con más fondos. Está claro que el BID estará por arriba de cualquier emprendimiento. Bajo la competencia ya planteada entre el Banco del Sur y la CAF, debe recordarse la existencia del Fondo Financiero para la Cuenca del Plata (Fonplata), integrado por la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay desde 1977, para «apoyar técnica y financieramente la realización de estudios, proyectos, programas, obras e iniciativas que tiendan a promover el desarrollo armónico y la integración física de los países miembro de la Cuenca del Plata». Paradojas de la burocracia: este florecimiento de organismos hizo recordar a algunos funcionarios de la región que ya había varios en funcionamiento. Típico del subdesarrollo.
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