El negocio del dinero plástico crece también de la mano de las mutuales y cooperativas donde la clave pasa por el concepto de morosidad cero. Es el caso, por ejemplo, del Grupo Raíces Argentinas, que se ha lanzado a un proyecto y desarrollo de una tarjeta de compra y crédito que opera mediante el pago de resúmenes por descuento de haberes.
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Para diferenciarse de la tradicional competencia bancaria, estas entidades acoplan productos y servicios como cobertura médica, seguros personales, hasta el pago de cuotas de clubes. A este menú le adicionan un abanico de descuentos en compras de bienes y servicios en redes de comercios adheridos.
El proyecto de Raíces Argentinas nació en 2001, pero la crisis bancaria complicó el acceso al fondeo bancario. En 2002 dos bancos apostaron al proyecto de morosidad cero, y a fines de 2003 se lograron las primeras 4.500 tarjetas. La entidad apunta a tener 24.000 plásticos para fines de 2004 y 50.000 un año después. En la actualidad, la red de comercios adheridos creció a más de 250.000 en todo el país.
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