Mejor esperar y ver día por día

Los pronósticos, en estos momentos, valen tanto como los consejos gratis: nada. Se ha ingresado a un centrifugado de datos y de presunciones, con claro epicentro en la economía norteamericana. Los que van tiñendo cada semana, casi cada rueda diaria, desde un gran centro que dispersa sus rayos a los que aguardan con fervor que, cada número que dispense la Reserva Federal, llegue a cubrir los mejores deseos.

Vale recordar, tras varios días, que los resultados de la última fecha en Buenos Aires -el viernes- arrojaron el mejor perfil: en función del volumen efectivo concretado, en lo que tiene que ver con acciones. En conjunto fueron para el segmento más de 23 por ciento de los totales generales.

Y en el desagregado, hubo 104 millones de pesos en el mercado habitual, pero con unos 120 millones de pesos realizados en « ejercicios». Con otros 60 millones de pesos en «cauciones», se tiene una fuerte suma y que se puede ver sólo de tanto en tanto. Por el momento, se verá luego cómo arranca la semana, hay que considerarlo como excepción y lejos de lo que viene resultando la marcha normal de nuestro recinto.

Esos $ 104 millones en juego dieron energía para subir 1 por ciento en el Merval, lo que debe considerarse como magro y otra vez delatando que si hubo demanda entonada, se le opuso una oferta también generosa por demás. Lo que más destacó en todo esto, fue el golpe de «liquidez» que se derramó en el recinto local. Y el recambio posicional que pudo llevarse adelante. Las acciones rectoras, columnas del índice, actuaron de modo sobrio y casi en relación con el propio Merval.

Revisando el conjunto, y una por una, todo indica que debió movilizar semejante volumen para saldos en precios que fueron: como de cualquier rueda con mucho menos órdenes. Obviamente, lo dicho por los demás ayer, y lo que se despliegue hoy, resultan los conductores de nuestra propia rueda. Y habrá que ver de qué modo se nutre la base de negocios. La Bolsa, expectante.