Gobierno asegura que resultado fiscal de febrero confirma senda del Presupuesto

El dato que dio a conocer ayer el Ministerio de Economía indica que se recupera la recaudación y que el gasto está en línea con lo previsto. El rebote de la economía sigue siendo mayor al esperado.

Ministerio de economía edificio
Imagen: Wikipedia

A la hora de alinear las expectativas en los distintos frentes, Martín Guzmán se aferra al Presupuesto que aprobó el Congreso a fines del año pasado. En este sentido, el dato que dio a conocer ayer el Ministerio de Economía fue tomado por los principales funcionarios de la cartera como una confirmación de la senda trazada en la ley de leyes. El déficit financiero fue el más bajo en los últimos seis años y alcanzó los $64.317 millones. Se recupera la recaudación y el gasto está en línea con lo previsto.

El sector público nacional registró un déficit primario de $18.757 millones. Con intereses de la deuda pública de $45.559 millones. De acuerdo a lo que expresaron fuentes del Gobierno, la dinámica fiscal mostró un sendero compatible con los objetivos trazados: una expansión del gasto primario con una mayor incidencia de los gastos de capital y una mejora significativa en los ingresos que permite fortalecer la sostenibilidad de las finanzas públicas. “Esto revela que estamos dando espacio a la planificación presupuestaria”, dijo un importante funcionario a Ámbito.

En el palacio de Hacienda hacen hincapié en que el crecimiento de la recaudación tributaria estuvo por encima del 55,8% interanual. Al respecto, destacan que si bien la mejora se vio impulsada por los derechos de exportación, excluyendo a ese tributo el resultado continúa siendo positivo con un alza superior al 14%.

El rebote en el comienzo del año está siendo mayor al esperado y los ingresos totales en febrero alcanzaron los $ 523 mil millones. “Estamos experimentando crecimientos muy significativos en tributos ligados a la actividad económica”, explicaron desde la cartera que conduce Martín Guzmán. Destacaron así alzas en la recaudación del impuesto a las ganancias y bienes personales, entre otros.

Una de las premisas principales del presupuesto 2021 es la necesidad de mantener el gasto primario para no profundizar los efectos de la crisis desatada por la pandemia. Para que esta meta sea consiste con el déficit planteado, el Ministerio de Economía delineó una caída del peso relativo de los intereses.

Esa proyección se vio cristalizada en febrero. Los gastos corrientes crecieron a un ritmo del 37% interanual por el menor impacto de los intereses que cayeron un 19,8% en términos reales como resultado de la reestructuración de deuda llevada adelante en 2020. Mientras que la inversiones de capital lo hicieron a una velocidad del 149%. “Esta dinámica será clave para la recuperación del empleo y la reactivación productiva”, señalaron desde el Ejecutivo.

Las transferencias corrientes crecen por los programas vinculados a la post pandemia. Entre ellos se destaca el incremento en el valor de la tarjeta alimentaria que escaló un 50%, también los mayores desembolsos en el programa potenciar trabajo que fue recibiendo a algunos integrantes de hogares que dejaron de percibir el IFE y que insumió $ 5.300 millones extra. Además se agrupan allí los pagos de las acciones para preservar el empleo que luego de la finalización del ATP se vieron concentradas en el REPRO II y que totalizaron unos $ 4.400 millones. No obstante, estos gastos son considerablemente menores a las políticas de emergencia adoptadas durante el 2020 que alcanzaron a insumir más del 3% del Producto Bruto Interno.

La ejecución presupuestaria mostró buen ritmo en el comienzo del año. Al 28 de febrero el promedio era del 17%. Según fuentes oficiales, considerando que el presupuesto comenzó a ejecutarse no antes del 20 de enero, la velocidad de ejecución es óptima en prácticamente todos los rubros.

Economistas y analistas coinciden en que si no hay nuevas restricciones sanitarias la economía crecerá por encima del 5,5% previsto en el presupuesto. Entienden que esto empujará a la recaudación y así el déficit podría ser menor al estipulado. La gran incógnita pasa en este momento por si el Estado hará mayores desembolsos en concepto de subsidios a los servicios públicos.

Durante febrero la marcha de los subsidios mostró cierta continuidad con respecto a los últimos meses. Como novedad hay una asignación de $ 7.000 millones extras por la asignación del plan gas IV. Al mismo tiempo, los desembolsos al transporte crecieron un 76% por la creación de un fondo dispuesto en el presupuesto para morigerar el impacto del boleto en el interior del país.

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