10 de diciembre 2019 - 00:00

Murió Paul Volcker, ex Fed y una leyenda de las finanzas

Referente a nivel mundial, tenía 92 años. Aconsejó tanto a presidentes demócratas como a republicanos de EE.UU. y lideró reformas históricas en Wall Street. Una trayectoria desde Nixon a Obama.

trayectoria. Junto a Ronald Reagan, en 1987, cuando era presidente de la Fed (abajo). En 2008 fue asesor de Barack Obama (arriba).

trayectoria. Junto a Ronald Reagan, en 1987, cuando era presidente de la Fed (abajo). En 2008 fue asesor de Barack Obama (arriba).

Washington - Paul Volcker, la leyenda de las finanzas de Estados Unidos que logró bajar la inflación en los años ‘80 y lideró luego reformas históricas en Wall Street, murió a los 92 años. Según informó ayer su familia, quien fuera presidente de la Reserva Federal entre 1979 y 1987, falleció debido a complicaciones de un cáncer de próstata.

Alto -medía 2,03 metros- y conocido por su buen humor, Volcker forjó una carrera como especialista en el mercado financiero y fue un funcionario ferozmente independiente que ejercía la política monetaria con autoridad y perspicacia. Era demócrata, pero aconsejó a presidentes estadounidenses de ambos partidos, comenzando con el republicano Richard Nixon en 1971 en el Departamento del Tesoro, donde ayudó a guiar la salida de Estados Unidos del patrón oro. Su carrera de servicio público terminó con el demócrata Barack Obama en 2008, cuando pidió una regulación bancaria más estricta a raíz de la crisis financiera mundial.

Pero fue como presidente de la Fed, donde dejó su huella más profunda, primero bajo el gobierno del demócrata Jimmy Carter y luego bajo el del republicano Ronald Reagan, ganándose el respeto de los economistas de todo el mundo.

“Su vida ejemplificó los ideales más altos: integridad, coraje y un compromiso de hacer lo mejor para todos los estadounidenses. Sus contribuciones a la nación dejaron un legado duradero”, dijo el actual presidente de la Fed, Jerome Powell, quien se declaró “profundamente triste” por la muerte de Volcker.

Después de anunciar su candidatura a la Casa Blanca en 2015, el presidente Donald Trump también había manifestado su admiración por Volcker. “Hay algo muy sólido en su política y en su actitud”, dijo el republicano en su momento.

Jimmy Carter expresó ayer su tristeza por la muerte de Volcker, a quien llamó “un gigante del servicio público”. “Paul era tan terco como alto, y aunque algunas de sus políticas como presidente de la Fed fueron políticamente costosas, eran lo correcto”, dijo el exmandatario norteamericano, a quien los problemas económicos le complicaron la reelección.

En medio de la crisis del petróleo a fines de la década de 1970, la economía estadounidense sufrió una inflación desenfrenada. Carter rechazó el consejo de los asistentes que dijeron que poner a Volcker en la Reserva Federal significaría una “amarga medicina”. Con la inflación alcanzando el 14% anual, Volcker no ocultó sus planes de aumentar las tasas de interés, que finalmente durante su gestión subieron del 11% al 20% (hoy, en comparación, están en un rango del 1,5 al 1,75%).

Ese ajuste drástico fue especialmente doloroso y golpeó al país durante una recesión. Los concesionarios de autos le hicieron llegar a Volcker llaves de autos en ataúdes. Los contratistas de la construcción le enviaron por correo tablones de madera que no podían usar, ya que las casas no se vendían. Los agricultores que se ahogaban en deudas fueron con tractores a rodear las oficinas del banco central. Pero Volcker no cedió.

“Se sentía intelectualmente estimulado por una crisis”, dijo su difunta esposa Bárbara, según contó el periodista y escritor William Neikirk. La firmeza de Volcker valió la pena: la inflación cayó al 3% en 1983.

Dejó la Fed en 1987 y empezó a trabajar en la firma de inversión de James Wolfensohn, quien luego se convirtió en presidente del Banco Mundial.

“Sin su atrevido cambio en la política monetaria y su determinación para mantenerla a través de varios dolorosos años, la economía de EE.UU. habría continuado su espiral de descenso”, dijo William Poole, un ex directivo de la Reserva Federal. “Gracias a que revertió políticas erróneas de sus predecesores, Volcker sentó las bases de las largas expansiones económicas de 1980 y 1990”, agregó.

Reapareció en la escena pública en 2008, durante la crisis financiera mundial, como asesor de Obama. Entonces, crítico de los movimientos de alto riesgo de los bancos y los gigantescos paquetes de pago de sus ejecutivos, propuso lo que se conocería como “la regla de Volcker”, que prohíbe la especulación bancaria. Esta regulación fue criticada por Frank Keating, entonces jefe de la Asociación de Bancos de Estados Unidos, como demasiado compleja y onerosa para su implementación, y fue cuestionada nuevamente en la era Trump.

Al igual que su sucesor, Alan Greenspan, Volcker podía calmar o alentar a los mercados financieros con sólo un vago murmullo. En 2018 publicó sus memorias y expresó preocupaciones sobre la dirección del gobierno federal y la pérdida de respeto por la administración. “El problema central es que nos estamos convirtiendo en una plutocracia”, le dijo al New York Times en octubre del año pasado. “Tenemos una enorme cantidad de personas enormemente ricas que se ha convencido de que son ricas porque son inteligentes y constructivas. Y no les gusta el gobierno y no les gusta pagar impuestos”, aseguró.

Agencias AFP y Reuters

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