8 de diciembre 2003 - 00:00

No suben ahora tarifas: dieron a las eléctricas $ 150 millones

El gobierno autorizó un préstamo de $ 150 millones para pagar a las empresas generadoras de electricidad a las que se les adeuda alrededor de $ 390 millones. La medida era esperada en el sector eléctrico junto con un aumento del precio mayorista de la energía para los grandes usuarios, de modo que empezarán a equilibrarse los números, pero por ahora no habrá ajustes, según dijo el ministro de Planificación, Julio De Vido.

La deuda con las generadoras queda en aproximadamente $ 240 millones y en ascenso, porque, aun en el verano, hay un desfase de 15% entre el precio estacional que pagan las distribuidoras por la energía y la retribución que deben percibir las productoras de luz, para cubrir sus costos.

•Preocupación

El decreto oficial se conoció luego de que algunos empresarios manifestaron preocupación por un posible desabastecimiento de gas y electricidad en la reunión de la Unión Industrial en Pilar. Sin embargo, los industriales, tomados como conjunto, parecen tener un doble discurso: por un lado, piden garantías de que no tendrán problemas de suministro, pero, por el otro, presionan en contra del proyecto oficial de aplicar aumentos escalonados y diferenciales, que en una primera etapa sólo afectarían a las industrias, excluyendo a pymes,comercios y domicilios.

El Decreto 1.181 fue firmado el 3 de este mes, y se publicó en el Boletín Oficial del viernes, pero en realidad, el proyecto es el mismo que había quedado sin firma en mayo pasado, cuando Eduardo Duhalde dejó la presidencia. Es, además, casi el mismo texto, de modo que el préstamo proviene del fondo unificado para la electricidad, que en rigor ya fue usado en su mayor parte por la Secretaría de Energía, para pagar el combustible líquido que hizo falta en el invierno para generar electricidad, debido al corte de gas, en los días más fríos.

El préstamo provendrá en apariencia del Tesoro nacional, y según el decreto, deberá ser reintegrado durante 2004, más intereses. La norma hace referencia en los considerandos a un informe de Cammesa -la empresa mixta que lidera la Secretaría de Energía y maneja la relación entre los actores del negociode fecha 26 de febrero pasado. De ese informe surge que el fondo de estabilización de Cammesa necesitaba recursos, pero éstos ya se agotaron a mediados de año, y así se fue acumulando la deuda con las generadoras, la mayor parte de la cual se debe al precio de la energía en el invierno.

En los considerandos, el Decreto 1.181 también afirmó que «la existencia de recursos en el fondo de estabilización permitirá evitar incrementos estacionales». Pero ahora no sólo no hay dinero en el fondo, sino que además se acumulóuna deuda que sólo se afrontará parcialmente con el préstamo.

Hasta la devaluación, el sistema eléctrico funcionaba con precios libres porque las generadoras no son privatizadas con contrato, sino empresas que compraron o instalaron centrales. Cada tres meses, Cammesa fijaba el precio estacional de la energía que las distribuidoras trasladaban a los usuarios vía tarifas. Cuando el valor estacional era más alto que la remuneración de las generadoras, lo que generalmente ocurría en el invierno, el dinero engrosaba el fondo de estabilización. Por el contrario, cuando el valor estacional era más bajo (sobre todo en el invierno), la diferencia se cubría con el fondo.

•Costos altos

Hoy ese fondo no existe, y aun estando en la etapa estival, la hidraulicidad es menor a la de los últimos veranos, por lo cual para abastecer al sistema, ingresan en el despacho eléctrico centrales térmicas con costos más altos (las de menores costos son las de ciclo combinado). Esto, unido al congelamiento del precio estacional, deriva en que cada mes falten recursos para que Cammesa les pague a las generadoras.

Si esta situación no se soluciona antes del invierno, el gobierno tendría que encontrar mecanismos para que las centrales térmicas tengan un stock adecuado de gasoil para los días en que se les corte el suministro de gas. La preocupación oficial es que falte energía hidroeléctrica en el invierno, y falte más gas que otros años, debido al aumento de la demanda de ese producto y el estancamiento de la oferta.
A más días por cubrir las necesidades de electricidad con centrales térmicas a combustible líquido, mayor será el costo de la energía. La industria, consumidora de gas y electricidad, parece compartir esta preocupación, pero al mismo tiempo sugiere que el aumento de tarifas «conspirará contra la competitividad de sus exportaciones y presionará sobre los precios internos». El mensaje parece dirigido a conseguir que el Estado financie la energía o que los aumentos no discriminen a favor de los domicilios.

Dejá tu comentario

Te puede interesar