Los precios internacionales del petróleo profundizaron su derrumbe este lunes con bajas de hasta 25%, después de que la semana pasada cayeran 32% en un contexto de muy baja demanda y almacenamientos colapsados.
El petróleo WTI se hundió casi 25% ante reservas colapsadas
El precio del crudo que cotiza en Estados Unidos bajó más de u$s4 a u$s12,78 mientras el Brent de Londres se contrajo un 8% a u$s19,80. La semana pasada, el petróleo llegó a operar en negativo debido a que los almacenamientos no dan abasto y la demanda está deprimida.
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El petróleo perdió hasta 32% en una semana histórica en la que operó en negativo
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El petróleo consolidó su caída en la previa al anuncio del gobierno sobre el precio de los combustibles
El barril de crudo WTI, para su entrega en junio en el mercado a futuro de Nueva York (Nymex), cayó u$s4,16, o 25%, hasta los u$s12,78.
Mientras tanto, el barril de crudo Brent, que cotiza en el mercado electrónico de Londres (ICE) y es una referencia internacional, bajó de los u$s20 para cerrar en u$s19,80 , lo cual significó una contracción del 8% para su entrega en junio.
Las nuevas caídas se dieron porque los mercados identificaron que las reservas de crudo siguen sin dar abasto dado que la producción continúa mientras la demanda se encuentra en mínimos históricos debido a la parálisis global que genera la pandemia de coronavirus Covid-19.
Analistas expresaron preocupación por el hecho de que una de las infraestructuras clave para acumular las extracciones de hidrocarburos no convencionales situada en Cushing (Estados Unidos), está llegando a su límite.
En la semana del 17 de abril aumentaron en 15 millones de barriles, hasta los 518.6 millones, las reservas estadounidenses, según informó la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
Analistas señalan que el mercado requiere acciones concretas ahora que el problema de almacenamiento ha dejado de ser una cuestión teórica y no está tan lejos.
Tras el colapso de la demanda, que bajó de 100 millones de barriles por día (bpd) a entre 65 y 70 millones, la capacidad de acopio comenzó a ser insuficiente y los comerciantes recurrieron a buques petroleros en medio del océano para almacenar el crudo con la esperanza de operar con mejores precios en el futuro.
El espacio para continuar almacenando los barriles es cada vez más escaso, a pesar incluso del recorte histórico acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios.
Arabia Saudita y Rusia, que en marzo habían protagonizado una guerra de precios sin precedentes, acordaron un ajuste de 9,7 millones de barriles por día (bpd) que estaba llamado a equilibrar el mercado.
Pero el acuerdo llegó demasiado tarde y subrogó su éxito a la voluntad de recorte de los países no miembros de la OPEP, muchos de los cuales no detallaron cuál sería su contribución, lo que generó más inquietud en un mercado que ya estaba siendo duramente golpeado por el parate económico y el Covid-19.
Mientras los mercados descartan que los recortes marquen la diferencia y devuelvan la normalidad al barril, prácticamente todas las esperanzas para la recuperación de la demanda están puestas en la mejoría de China y en las reaperturas progresivas de los países más afectados por la crisis del coronavirus, que no serán inmediatas.
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