11 de mayo 2020 - 00:00

Los plazos fijos no alcanzan aún el volumen precuarentena

Si bien los depósitos precancelables ajustados por UVA se duplicaron desde la reapertura de los bancos, el stock total aún está nominalmente por debajo de los niveles anteriores a la emergencia sanitaria.

El Banco Central de la República Argentina.

El Banco Central de la República Argentina.

Imagen: Wikipedia

Tanto el Gobierno nacional, como el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) vienen apuntando sus cañones a lograr que los ahorristas apuesten al peso. Y uno de los ejes pasa por incrementar los depósitos a plazo fijo. Sin embargo, estos últimos están aún en un valor nominal que se encuentra por debajo del que se observaba el 19 de marzo, es decir, el día en que se anunció la cuarentena. Más allá de que hubo una recuperación promediando abril, aún no se recobró el terreno perdido.

El Central ya había señalado en el Informe Monetario Mensual de marzo que, a raíz de las medidas de aislamiento, se empezaba a observar que muchos plazos fijos no eran renovados, debido a que una gran cantidad de gente que realiza ese tipo de operaciones desde las sucursales estaba imposibilitada de hacerlo. Sea por esto o por algún tipo de desconfianza, lo cierto es que al día anterior a que se inicie el confinamiento los depósitos a plazo alcanzaban un total de $1,895 billones y al 4 de mayo (último día del que hay estadísticas) estaban en torno a los $1,878 billones.

Algo similar sucede si se desagrega al sector privado en particular. Había $1,544 billones al 19 de marzo y esa cifra descendió a $1,504 billones al observar el quinto día del mes actual.

Días atrás, la autoridad monetaria presidida por Miguel Pesce informó que se habían duplicado los plazos fijos UVA precancelables desde que reabrieron los bancos. Hoy se puede observar que esa alza, incluso, se siguió incrementando: al 13 de abril había $9.368 millones depositados bajo esta modalidad, mientras que al 6 de mayo la cifra pasó a ser de $22.095 millones.

Sin embargo, al mirar los plazos fijos UVA en su totalidad, sin desagregar precancelables, el stock tuvo una caída de alrededor de $4.000 millones. El 13 de marzo, estos depósitos cuyo interés se ajusta por inflación llegaban a los $64.784 millones, mientras que ahora están en $60.180 millones.

No obstante, el Banco Central viene tomando medidas para que los plazos fijos retomen el sendero alcista. Una de ellas fue, como se mencionó, el relanzamiento de los UVA a 90 días con un agregado: la posibilidad de cancelar anticipadamente a los 30. Pero no fue la única: el 30 de abril también se tomó la determinación de que los plazos fijos tradicionales menores a 4 millones de pesos rindan, como mínimo, un interés del 70% de la tasa de las Leliq (cálculo que hoy equivale a un 26,6%). Es la misma decisión que se había anunciado el día 20 de ese mismo mes con los inferiores a un millón de pesos. Se espera que estos ajusten tengan un impacto directo cuando lleguen los números del cierre de mayo.

Con este conjunto de medidas, las autoridades económicas apuntan a seducir al ahorrista para que siga habiendo una demanda de pesos que contenga la inflación. En paralelo, se vienen tomando determinaciones para limitar el acceso al dólar Bolsa y al contado con liquidación, de manera tal de evitar la dolarización de las carteras. Sin embargo, para que surtan efecto, será clave lograr que los inversores crean que la tasa ofrecida le gana al aumento generalizado de precios y también al dólar. Para esto último, los especialistas consideran clave que haya una resolución positiva de la reestructuración de la deuda. No es un dato menor que la incertidumbre viene disparando las brechas entre el tipo de cambio oficial y las cotizaciones paralelas hasta un 70%.

En el último informe monetario, correspondiente al mes de abril, el Banco Central señaló el vaso medio lleno y también el medio vacío: “Los depósitos a plazo en pesos del sector privado presentaron una disminución promedio mensual de 3,3% nominal, equivalente a 6,2% real. Estas colocaciones mostraron una tendencia descendente desde el inicio de la cuarentena el 20 de marzo y hasta el 13 de abril, momento en que los bancos volvieron a atender al público a través de un sistema de turnos. A partir de entonces, las colocaciones a plazo comenzaron a crecer, acumulando desde el 14 de abril y hasta el cierre del mes un aumento de 8,5% ($118.500 millones)”.

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