Los bancos perdieron en julio $ 199 millones por la caída de los títulos públicos. Sin embargo, el rojo podría haber sido mayor de no haber contado con un aumento de los ingresos operativos, que lo amortiguó. Así lo dio a conocer ayer el Banco Central a través de su último Informe sobre Bancos.
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El mes pasado la caída de los bonos argentinos originada en las turbulencias financieras internacionales repercutieron de manera negativa en el resultado de los bancos. La última vez que estas entidades habían contabilizado pérdidas había sido en el primer semestre de 2005. De esta manera entre enero de 2006 y julio de 2007 experimentaron dos años de ganancias que alcanzaron $ 4.064 millones.
A continuación, los puntos más importantes del Informe.
Las financiaciones al sector privado registraron un incremento de 4% en julio. De esta manera el crédito a este segmento llegó a representar 33,5% del activo, casi duplicando a la exposición al sector público, que se ubicó en 16,9%.
El impacto del agitado escenario financieromundial fue heterogéneo entre los grupos de bancos: mientras las entidades financieras públicas mostraron un resultado cercano a cero, los bancos privados registraron resultados contables negativos.
En términos de flujo de fondos, el aumento de los depósitos ($ 3.450 millones) resultó ser la principal fuente de fondeo de los bancos.
El principal destino del nuevo fondeo bancario resultó el sector privado, con $ 3.800 millones.
En julio el patrimonio neto de la banca se expandió $ 500 millones, explicado principalmente por la emisión de acciones por $ 800 millones, siendo la máxima expansión mensual en lo que va de 2007.
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